Un hombre de 23 años fue imputado por el delito de «grooming» (acechar y acosar a menores de edad a través de las redes sociales como acto previo de un abuso sexual) a una niña de 13 años de edad.
El hecho -ocurrido en Ameghino- terminó con la denuncia radicada por la madre de la menor, quien descubrió el acoso ya que la cuenta de Instagram de la niña estaba vinculada con la suya. Posteriormente la policía realizó un allanamiento en la vivienda del imputado y secuestró su teléfono celular.
El Ayudante Fiscal de Ameghino, Eduardo Maffía, dialogó con FM Actualidad y brindó los pormenores de lo sucedido: «La mamá advirtió que una persona mayor de edad se estaba haciendo pasar por un menor para ganarse la confianza de su hija de 13 años y abusarla con posterioridad. En un primer momento ella se hizo pasar por la hija, le siguió la conversación hasta que se dio cuenta que el fin de la otra persona era concertar una cita sexual con su hija. Ahí se acercó a la Ayudantía Fiscal y radicó una denuncia penal, acompañada con capturas de pantallas de todas las conversaciones y fotos que este hombre mandó. A raíz de eso, el juez de garantías requirió un allanamiento en el domicilio del imputado y se le secuestró el teléfono celular desde el que se conectaba con la víctima. Se va a mandar a periciar el teléfono y luego se lo citará a brindar declaración indagatoria de este delito», detalló.
Afortunadamente este caso no llegó al abuso sexual porque la madre le había impuesto a su hija una condición: si quería tener un teléfono e Instagram, ella debía tener acceso a todo el contenido. Es así como la cuenta de Instagram de la menor estaba vinculada a la cuenta de la madre, quien controlaba todo lo que la nena hablaba. De esta manera descubrió al acosador.
Si bien el imputado se hacía pasar por un menor de edad, nunca ocultó su verdadera identidad. «Normalmente los acosadores utilizan perfiles truchos, nombres falsos, fotografías que no se corresponden a su rostro. En este caso el acosador usó su nombre real, el perfil de Instagram era de él, la fotografía era de su propia cara. Fue desprolijo en ese sentido», acotó Maffía.
El Ayudante Fiscal se lamentó por la pena baja que tienen este tipo de delitos, puesto que se consideran como previos al abuso sexual: «La escala penal va de los 6 meses a los 4 años de prisión. En principio no corresponde la prisión preventiva porque es tan baja la escala penal que no permite la prisión preventiva. Si el juez le llegar a imponer una pena menor a tres años de prisión no es de cumplimiento efectivo, eso quiere decir que aunque resulte condenado no va a cumplir la pena y va a quedar con una pena en suspenso. Todas las condenas que no superan los 3 años de prisión no son de cumplimiento efectivo, es decir que la persona no queda privada de la libertad. Si esa persona ya tiene un antecedente penal ahí sí es de cumplimiento efectivo, por más baja que sea la pena. Este imputado no tiene antecedentes penales. Ahora está en libertad por el principio de inocencia que rige nuestro sistema penal: corresponde que esté libre mientras dure el proceso y hasta que se lo declare culpable», aseveró.
¿Qué es el Grooming?
Es un delito que consiste en el acoso sexual y virtual de niños y adolescentes por parte de un adulto. El acosador simula ser un menor de edad a través de un perfil generalmente falso en las redes sociales e intenta establecer una conexión con la víctima, ganándose la confianza del menor. El objetivo es, en primer lugar, intentar conseguir fotos o vídeos del menor desnudo y, en segundo lugar, concertar una cita de índole sexual.
En otras palabras, el Grooming es la captación del menor a través de la red social por parte de un mayor que se hace pasar por un menor y se lo considera un acto preparatorio del abuso sexual.
¿Cómo evitarlo?
«Hay muchos padres confiados que le compran un teléfono a su hijo o hija y los dejan usarlos sin control. El riesgo es que pueden terminar en manos de degenerados que hay del otro lado, a la pesca de niños y niñas vulnerables que particularmente suben fotos con cierta connotación sexual. Es importante que los padres hablen con sus hijos. Es muy común que suban este tipo de fotos: con poca ropa, mostrándose de manera poco apropiada, haciendo poses que tienen connotaciones sexuales. Los pedófilos están a la pesca de niños y adolescentes que suben fotos de esta naturaleza. Tiran las redes hasta que alguno pica y esto puede terminar en un abuso sexual grave», advirtió Maffía.
«Es importante concientizar, dialogar con los hijos, estar al tanto de cómo usan la tecnología, qué redes sociales usan, qué hacen en las redes sociales, qué tipo de fotografías suben a las redes. Hay que remarcarles que no deben compartir información personal y de manera pública. Es importante que los padres usen herramientas de control para evitar que sus hijos accedan a páginas de internet inapropiadas. Se pueden configurar los teléfonos para que tengan limitación a determinadas páginas. Hay que marcarles un límite de uso de internet. También hacerles saber del peligro que implica tener como contacto, en las redes sociales, a personas que no conocen. Hablar más con los hijos y controlar más las redes sociales», aconsejó el Ayudante Fiscal de Ameghino.
«Es lamentable decir esto, pero hay fotos que tienen claras connotaciones sexuales y los pedófilos van por los chicos y chicas que suben ese tipo de fotos porque son los que más fácilmente pueden ser captados», concluyó Maffía.
