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General Villegas
viernes, 29 marzo, 2024

La UCR en pie de guerra

El PRO no quiere el 1-2 radical en la lista de candidatos y contraofertó: el 1-4 o el 2-3. Esto generó la furia de un sector del radicalismo -encabezado por una dirigente que se define como «radical pura»- que alertó que el radicalismo sigue  perdiendo terreno ante las presiones del intendente Campana y su gente. Se vivió un momento de tensión cuando la dirigente pegó un portazo, abandonando la reunión. No obstante, negó que vaya a romper con la unidad de la UCR. 

 

Según los entendidos, «Juego de Tronos» es una de las mejores series que jamás se haya televisado por la sencilla razón de que lo contiene todo: intrigas palaciegas, traiciones, revueltas, revoluciones, batallas descarnadas y la ambición de poder de varios aspirantes a un único trono. No obstante, una vez más la realidad supera a la ficción. George R. R. Martin (el autor de los libros en los que se basa la serie emitida por HBO) nunca se podría haber imaginado una trama tan compleja como la del Comité Radical de General Villegas.

En este último tiempo se han vivido episodios revulsivos en la Casa Radical de calle Alberti: un sector del radicalismo barajaba los nombres de Tomaselli y Esain como posibles candidatos a 1° y 2° concejal de la lista para acompañar al intendente Eduardo Campana en su camino hacia la reelección; sin embargo, ese hecho desató una fuerte discrepancia en el «ala joven» del radicalismo que pedía por una renovación de caras. Los jóvenes decidieron saltarse los formalismos partidarios y pidieron una reunión cara a cara, y sin intermediarios, con el mismísimo jefe comunal. Campana y su fiel ladero, el secretario de Gobierno Gabriel Mones Ruiz, acudieron al llamado. La foto del primer mandatario municipal con los jóvenes provocó un sismo dentro de la UCR.

Pero ese cortocircuito logró subsanarse: la semana pasada los radicales se reunieron, se «pasaron factura» y concluyeron la velada con una foto de unidad.

Todo era relativa calma hasta el lunes por la noche, cuando una parte de la comisión se reunió con el PRO a negociar. La comitiva radical iba con una demanda: que los concejales n° 1 y 2 de la lista sean correligionarios. El precepto era no perder nada y, al mismo tiempo, mantener lo conseguido en 2015: las bancas de Tomaselli y Esain (también ingresó Micucci, pero luego se alejó). Pero los representantes del PRO no aceptaron y pusieron sus condiciones: les otorgarían a los radicales el 1° y el 4° lugar de la lista o en su defecto el 2° y el 3°; pero no el 1-2.

Los emisarios de la UCR volvieron al comité y comunicaron a los afiliados lo dicho por el PRO. Era el inicio de la negociación, y no era nada promisorio. En ese momento un sector del radicalismo, representado por una dirigente que se considera «radical pura», se ofuscó ante la posibilidad de que la propuesta del PRO sea siquiera considerada o evaluada. «Estamos cediendo cada vez más. El radicalismo va a terminar de rodillas», le dijo a Actualidad.

La dirigente, encolerizada, tiró los avales del partido sobre la mesa, pidió a los correligionarios que tengan el valor suficiente para presentar una lista propia que represente los intereses de la UCR y se retiró del Comité. Nadie agarró esos avales.

El momento fue, como mínimo, tenso.

Algunos miembros de la comisión, consultados por este diario, fueron críticos hacia la postura de la dirigente, a la que catalogaron de «intransigente». Manifestaron que el tiempo de candidaturas propias ya pasó, que la convención provincial y nacional ya marcaron la postura partidaria. «Ahora no es tiempo de listas propias, ahora es tiempo de negociar», resumieron.

De inmediato empezaron a surgir rumores acerca de que la dirigente se iría del radicalismo para aliarse con Lavagna en la Cuarta Sección Electoral. Consultada al respecto, negó que eso sea siquiera una posibilidad concreta. «No voy a romper la unidad del radicalismo», ratificó.

Lo cierto es que las negociaciones recién comienzan y aún existe la posibilidad de que se concrete el tan mentado 1-2 radical. Por supuesto, los socios del PRO no serán hueso fácil de roer. Sabido es que en el círculo de confianza del intendente Eduardo Campana no quieren que sigan apareciendo en las listas algunas personas que, siendo parte de la coalición del gobierno, fueron muy críticas con la gestión municipal.

¿Cómo continuará esto? ¿Quiénes serán los candidatos a sentarse en las bancas del Cuerpo Legislativo?