La cuarentena afecta mucho más que el estado físico de los atletas, sino que también desgasta la parte mental. En otras palabras, muchos atletas del alta competencia pierden su motivación, se llenan de miedos, se angustian por la incertidumbre de no saber hasta cuándo durará eso. Todos aspectos en los que los psicólogos deportivos, como Ana Laura, deben atender durante el aislamiento.
Ana Laura Ponce es una villeguense amante del deporte que en el 2010 se fue a La Plata a estudiar Psicología. Se recibió y decidió unir sus dos pasiones. Fue así como se especializó en Psicología Deportiva y comenzó a trabajar con la primera división de básquet del club Platense.
«En Villegas empecé en el CEF y después pasé a handball de Eclipse. Acá terminé jugando en Estudiantes de La Plata», cuenta Ana Laura.
La cuarentena ha puesto en aprietos a los deportistas puesto que no pueden salir y deben entrenar en sus hogares. Muchos reciben instrucciones de sus preparadores físicos a través de WhatsApp o plataformas como Zoom. Algunos tienen patios o espacios amplios para entrenar, y otros deben utilizar la creatividad para convertir el living en un gimnasio.
Sin embargo, hay un aspecto que no se debe descuidar: lo mental. Ahí es cuando aparecen los profesionales como Ana Laura Ponce.
La cuarentena no solo afecta el estado físico de los atletas, sino que los desmotiva, los angustia, los llena de incertidumbre, hace que se erosione la cohesión grupal (en los deportes colectivos).
«Se empieza a visibilizar la otra parte, lo que llamamos el entrenamiento invisible que tiene que ver con un buen descanso, con una buena nutrición y con una buena preparación mental también. Hay miedos, hay presiones, hay autoconfianza disminuida, todos son factores importantes para trabajar. La motivación también se tiene que trabajar», explica la villeguense.
Obviamente está obligada a atender a los deportistas de manera virtual, lo cual puede ser un inconveniente para una profesión (la psicología) que se nutre del contacto cercano y del vínculo que se genera con el paciente: «A veces se dificulta el tratamiento porque el paciente tiene que buscar un lugar en su casa para estar tranquilo, donde no haya interrupciones. A veces también está la resistencia a la modalidad virtual por lo desconocido», afirma.
Las principales consultas de los deportistas que atiende son las emociones que no pueden controlar y que se ven afectadas por este parate: incertidumbre, falta de motivación, miedo y la ruptura abrupta de una rutina (los deportistas que hacen deportes de equipo suelen pasar más tiempo con sus compañeros que con sus familias y el corte de esa rutina los desacomoda).
Para Ana Laura Ponce es fundamental adaptarse a un cambio que no se sabe hasta cuándo va a durar y también propiciar actividades grupales a través de las herramientas tecnológicas. Por ese motivo afirma que «es importante que se mantenga la cohesión grupal, que haya una tarea que permita unir al grupo (como por ejemplo charlas o conferencias por plataformas digitales). En la cuarentena un día es igual al otro; con estas actividades grupales la idea es que haya un día que sea diferente al resto, poder reunirse y compartir. Porque los clubes y el deporte son espacios de contención».
