En el año 400 AC, Hipócrates recomendaba a los mineros el uso de baños higiénicos para evitar la saturación de minerales tóxicos… los romanos además de ser los grandes ingenieros promulgaron leyes y dejaron asentado reglamentos técnicos sanitarios para construir por toda Europa… con la Revolución Francesa se establecen corporaciones de seguridad destinadas a resguardar a los artesanos… y así llegaremos a la Revolución Industrial donde ya todos conocemos el protagonismo del proletariado.
La actividad de la construcción es uno de los sectores más productivos que aporta a las economías de los países y regiones. Es un sector de suma importancia no solo por la gran cantidad de empresas y trabajadores que involucra en forma directa, sino también por su efecto dinamizador en una variada gama de insumos que el propio desarrollo de la actividad demanda.
Por otra parte y esto es altamente relevante, es una actividad intensiva en la ocupación de mano de obra, lo que se constituye en un factor clave para la definición de políticas que permitan asegurar altos niveles de empleo.
Entonces la construcción es considerada a nivel nacional una de las actividades económicas más demandantes y ejerce un efecto multiplicador en la economía.
En este contexto actual, considerando la densidad poblacional de la nuestra provincia (con un 40 % del total de la población) no es lo mismo el conurbano que nuestras ciudades.
Sin desafiar las medidas sanitarias y en este contexto de vulnerabilidad urbana aplanar la curva de la construcción no sería conveniente.
Arq. Leonardo correa
Delegado Consejo Directivo CAPBA D7
