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viernes, 19 abril, 2024

De La Quiaca a Cabo Vírgenes en bicicleta: la travesía de Jorge Rossetto por la Ruta 40

El villeguense Jorge Rossetto, de 65 años, realizó una verdadera hazaña ciclística al unir La Quiaca con Cabo Vírgenes a través de la Ruta 40. La travesía fue realizada en 4 etapas distintas. La última y más reciente fueron nada más y nada menos que 2100 kilómetros arriba de la bicicleta.

Esta última etapa de la travesía comenzó el 26 de noviembre y concluyó el sábado pasado. Además del villeguense Jorge Rossetto, también participaron Guillermo De Blas (Deán Funes, Córdoba) y Santiago Uranga (Castelli).

«Hace la Ruta 40 de principio a fin fue un proyecto que comenzamos con un amigo de Deán Funes, Guillermo de Blas, que fue el que tiró la idea. Ya con él habíamos unido el Pacífico con el Atlántico, desde Chile (Niebla) hasta Puerto Madryn. Eso fue hace 5 o 6 años. Ahora fuimos desde La Quiaca hasta Cabo Virgen. Hace 4 años hicimos la primera etapa: de La Quiaca a Cafayate, que son 700 kilómetros. El segundo año hicimos de Cafayate a Mendoza, que son 1000 kilómetros. El año pasado hicimos de Mendoza a San Carlos de Bariloche, unos 1300 kilómetros. Esta última etapa la hicimos directamente hasta Cabo Viígenes porque el costo operativo para trasladarse al sur es muy caro. Fueron 2100 kilómetros. La hicimos en 18 días. No paramos nunca. Solamente tuvimos dificultad un día que teníamos que hacer 130 kilómetros mitad de ripio y mitad de asfalto. Cuando nos levantamos a la mañana estaba lloviendo y llovió hasta el mediodía. Ni bien paró de llover arrancamos. Al final del día hicimos 160 kilómetros y llegamos a Bella Vista, un lugar que era una parada muy ambiciosa, pero lo logramos. Salimos a las 12 del mediodía y llegamos a las 23 horas», comentó Rossetto.

El promedio del grupo de ciclista fue de 120 kilómetros por día.

«Las travesías nos sirven para juntarnos entre amigos y disfrutar de unos días juntos. Siempre hemos andado por todo el país. No te alcanzan dos vidas para recorrer los lugares hermosos que tiene Argentina. Se ve una belleza distinta si vas en bicicleta que si vas en auto. Tiene su encanto», detalló Rossetto.

En su recorrido por la Ruta 40 enciontraron muchos turistas extranjeros, viajando en casillas rodantes, en moto y, los menos, en bicicleta.

Durante el viaje hicieron noche en galpones de esquila abandonados, en carpa, en hoteles o alquilaban departamentos.

«Asistencia no llevamos. Si llevas asistencia es muy fácil subirse. De esta forma tenes que llegar o llegar. Y si alguno tiene algún problema o viene muy cansado, tenés que ayudarlo o ir al ritmo del más lento. Nosotros nos ponemos objetivos a cumplir. Si lo podemos hacer en un tiempo determinado, bárbaro; y si no, paciencia», concluyó.