Nicolás Ferrero recuperó los 32 metros de chapa de color negro que esta semana habían sido sustraídas de una obra en construcción en las calles Ulla y Sarmiento.
A la angustia que en su momento le produjo el hecho, que hizo público a través de las redes sociales ante la posibilidad de recuperar lo robado; el estado de ánimo de ayer era otro, luego de haberlas encontrado.
«Eran cuatro chapas de 8 metros cada una, valuadas entre 18.500 y 19.500 pesos», le dijo a Radio Actualidad, donde además comentó que de la obra, hasta ahora, nunca había faltado nada.
De todos modos, habló de la complicación de que la zona sea «una boca de lobo. No hay iluminación pública. La calle lateral al Parque, adonde se llega a la cancha de césped sintético de hockey y comunica con Chassaing, no está iluminada. Realmente hay una oscuridad tremenda y es un peligro», expresó.
En este sentido, sostuvo que «una palmera se cayó el año pasado y no se repuso. Yo hice el reclamo correspondiente entonces; y hace un mes volví a reclamar por eso, pero la zona sigue estando muy oscura. No se hizo nada».
Ferrero radicó la denuncia del robo en la estación de policía local, pero no había tenido novedades. El jueves por la noche advirtió personalmente que las chapas sustraídas se encontraban muy cerca del lugar de donde se las habían llevado.
«Eso es muy llamativo. Seguramente se han descartado de ellas al hacerse público el hecho a través de las redes sociales y los medios. No estaban rotas ni cortadas. Lo positivo es que se recuperaron», concluyó Ferrero.
