La iniciativa surgió de los propios agropulverizadores de General Villegas, que se contactaron y pusieron sus máquinas a disposición del municipio.
La idea es dividir la ciudad en sectores y con el aporte de cuatro equipos pulverizarla con agua clorada, lo que demandaría no más de tres horas.
Los dueños de las máquinas están en contacto con las áreas de gobierno correspondientes, pero la decisión se dilata.
Desde la esfera oficial aducen que están coordinando acciones que deben ser autorizadas por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires.
«La pulverización no se hace del modo que se trabaja en los campos sino con unas pastillas especiales que hacen gotas muy finitas. La idea es aplicar cada dos o tres días. Estamos todos a disposición. Lo que pasa es que nadie nos llama», dijeron desde una de las firmas consultadas.
