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General Villegas
viernes, 29 marzo, 2024

Fuerte denuncia del esposo de la policía accidentada

Acusó a IOMA por la mala prestación de sus servicios y a la Policía porque los efectivos viajan a dedo a hacer el correo. «Nuestra fuerza deja mucho que desear», deslizó.

Horacio Acosta, el marido de Mariana Ruiz, la policía que salvó su vida de milagro en un choque frontal cerca de Fortín Olavarría, se quejó públicamente de las condiciones laborales del sector.

El también es policía y sabe de qué se trata: «De un hospital me decían una cosa, del otro lo opuesto. Como somos policías lamentablemente nos manejamos con mutual. Y ellos tienen que esperar la orden de la mutual para trasladar a la persona. No debería ser así, pero la culpa no es de los hospitales sino de la mutual que tenemos. Se hace un teléfono descompuesto, porque a mí me dijeron una cosa, después otra… terminé enojado. Nosotros tenemos IOMA, que te cobra carísimo y no responde como debiera.»

El accidente le costó la vida al abogado de América Mauro Ceñal. Ruiz pudo salir del interior del auto y alejarse segundos antes que se incendiara por completo. Sí, como en las películas.

«Mariana volvió a nacer, porque a pesar del vuelco del auto pudo salir por sus propios medios y salvarse. Solo tiene una fractura en un brazo, cortes en la cara y hematomas por todos lados… pero está lúcida. Está evolucionando bien, contenida por la gente del Hospital», contó su marido.

Acosta no solo se quejó de las prestaciones de IOMA. También le apuntó a la institución policial: «Mariana estaba viajando a dedo, haciendo el correo de la policía. Es una vergüenza que una policía tenga que salir a dedo para hacer diligencias habiendo móviles. No es culpa de los jefes, porque esto lo disponen de otro lado. No tenés combustible suficiente para mandar una diligencia. Los efectivos policiales no pueden viajar más a dedo.»

En realidad también suena disparatado que se viajen 240 kilómetros -ida y vuelta a Trenque Lauquen- en un móvil policial para llevar documentación. Hoy existen correos electrónicos, whatsapp, diversos métodos de transferencia de archivos de todo tipo. Y también comisionistas de carne y hueso, a un costo sensiblemente menor que poner un vehículo en la ruta.

«Yo presto servicio en Pilar y allá se manejan de otra forma. Pero no todos tienen combustible a su disposición. Espero que tomen cartas en el asunto y ya no haya más efectivos viajando a dedo para hacer un correo. Que dispongan de un móvil o los manden en micro. Esto depende de la Departamental de Trenque Lauquen y desde provincia, que es quien distribuye el combustible. De ahí para abajo baja a escala. Conozco la provincia de punta a punta y todos los policías viajan a dedo», volvió a la carga.

Sobre el accidente su mujer le contó que «el camión se le vino encima por esquivar una máquina agraria que no tendría por qué andar en la ruta. Para eso están los carretones. La máquina frenó, el camionero pegó el volantazo y los chocó de frente. El auto empezó a dar vueltas. A ella la salvó el chaleco antibalas, que no deja que te lastimen los órganos vitales. Se sacó el cinturón, abrió la puerta a patadas, salió y se arrastró unos metros. Ahí la asistió un médico de América que pasaba por ahí».

Mariana cumplió 29 años. Con Horacio tiene un nene de 3 años, Felipe. Pasó el susto, quedan temas pendientes. «En muchas cosas la policía deja mucho que desear. Especialmente con el personal, con abusos, amenazas y mal trato. No lo digo por Villegas, lo digo en forma general», cerró su exposición Acosta, sensibilizado por la angustia de sus últimas horas.