«Pasadas las inundaciones en el casco urbano de General Villegas y Piedritas, con el alerta del servicio meteorológico de la caída de abundantes lluvias en la región, y después del daño causado a tantas familias por el fenómeno climático, debería el intendente, el secretario de Obras Públicas y el coordinador de Defensa Civil, en conferencia prensa, explicar por qué no se tomaron medidas para evitar el impacto meteorológico sobra las poblaciones», dijo públicamente Gilberto Alegre, ex intendente de nuestro distrito y ex diputado nacional.
Y preguntó: «¿Por qué se sacaron las bolsas -que levantaron el nivel de agua de la Laguna del Parque y frenaron la salida de agua del pueblo- mucho después de ocurrido el fenómeno?».
«Porque estaban sucias la calles con basura que fueron arrastradas a las bocas de tormenta frenando los escurrimientos, existiendo la posibilidad cierta de ocurrencia del fenómeno», argumentó.
«Por que no están colocadas la bombas de desagote en la calle paralela a las vías del ferrocarril contra la defensa oeste de la ciudad, camino a Elordi, ya que toda vez que ocurra un fenómeno similar se repetirá el problema. En la inundación anterior ocurrió lo mismo y no adoptaron ninguna previsión», continuó Alegre.
«Esto sin contar que se inundó el Hospital por falta de limpieza de las canaletas. Esperemos la conferencia y la aclaración de los niveles de responsabilidad», cerró el ex intendente.
Piedritas es otro tema
Pero planteó otra inquietud: lo que pasó en Piedritas, donde hubo que -en la emergencia- colocar bombas que permitieran el escurrimiento del agua.
«En Hidráulica existe el concepto de que el agua debe estar alejada de los cascos urbanos y en Piedritas hicieron la muralla de contención en la última calle del casco urbano. Esto lo advertimos y está escrito. También están escritas las palabras de las autoridades que decían que con esa obra no se inundarían nunca más», sostuvo Alegre.
Y agregó: «Los fenómenos ocurren y se deben adoptar todas las previsiones para que, si ocurre, las consecuencias sean mínimas para la población.»
«Todos los pueblos de llanura presentan las mismas dificultades hidráulicas; y lo peor es creer que todo lo anterior fue malo y no se preocuparon en consultar ni escucharon a quienes habían tenido dificultades similares. Ahora la gente debe pagar las consecuencias de esa falta de humildad», concluyó.
