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sábado, 20 abril, 2024

Locos soñadores con alto vuelo

Los Poco Pique son parte del carnaval desde hace cinco años. Arrancaron unos pocos en percusión, sumaron bailarinas, vestimenta, ritmos y coreografías. Hoy están a cinco integrantes de transformarse en una comparsa. Todos desbordan energía y alegría, contagiando a su paso al público presente

 

El desfile de Los Poco Pique se hace notar en cada edición de la fiesta popular que se lleva a cabo alrededor de la Plaza Principal. Ninguno de sus integrantes pasa desapercibido, porque son un equipo y se nota, más allá del grupo de amigos que un día decidió ser parte del carnaval.

La mayoría son adolescentes. «Todo lo que hacemos es a pulmón, tratando de ir siempre para adelante, poniendo lo mejor de cada uno», dijo ayer uno de los creadores de la batucada, Federico Bas, en los estudios de Radio Actualidad.

¿Cómo logran el derroche de energía que se ve en la calle?. «Nos alentamos antes de salir, nos gritamos mientras bailamos y tocan; y la gente responde bastante bien. Eso nos da energía para completar las cuatro cuadras bailando», aportó Estibaliz Belloso, la bailarina a cargo de las chicas del grupo.

Los Poco Pique tienen cinco años, pero desde hace cuatro sumaron a las mujeres en la batucada. «Cuando arrancamos lo hicimos con la idea de disfrutarlo de otra manera, disfrazados, queríamos que fuera algo distinto. Pero con el tiempo la cosa se empezó a poner más seria», dijo Federico.

Un amigo que vive en Santa Eleodora fue el que los impulsó. En la localidad había carnavales y les propuso participar. «Yo hacía percusión con Christian Berón, decidí comprarle dos instrumentos y teníamos un solo ritmo. Así llegamos a Santa Eleodora, después a los carnavales de Bunge, y también en un corso solidario de la Escuela Especial. Ahí nos presentamos de camisa blanca y corbata porque no teníamos vestimenta, pero sin máscaras. Y a partir de ahí empezamos en Villegas», recordó Federico.

Después se sumaron las chicas, que «vinieron a ponerle magia al grupo. Fue un impulso distinto, una propuesta diferente», agregó.

En la previa al carnaval, el grupo ensayó en el Parque Municipal y en los días de ciclo de cine (los jueves) en el acceso Malvinas Argentinas. «Arrancamos el 1° de enero. Realmente hay que tenerle mucho amor a esto, porque las chicas se bancan mucho trabajo», manifestó Estibaliz.

Los ensayos se llevaron a cabo de lunes a viernes de 18 a 20 horas, en este caso las bailarinas solas utilizando audios con los ritmos de la batucada. Después llegaba un descanso hasta las 21.30, cuando volvían a ensayar con el grupo de percusión hasta las once de la noche.

«No todas las chicas saben bailar. Al principio sí, éramos solo diez que vamos a danza; ahora somos 45 y más de la mitad no sabe de baile. Es todo un desafío para ellas y eso está buenísimo, porque le da otra energía y otra onda a la batucada», dijo Estibaliz.

En percusión son 30 integrantes,lo que hace un total de 75 formando parte de Los Poco Pique. «Es bastante difícil desde lo económico, porque los precios para todo están por las nubes y si viajamos a otro lado adonde somos invitados, moverse es complicado».

En este sentido, agradecieron la ayuda de parte de los padres de cada uno. «Es mucha la gente que nos ayuda», destacaron; a lo que Estibaliz agregó que la madre de una de las chicas es la encargada de confeccionar las banderas bordadas que van adelante de la batucada. Para el vestuario cuentan con el trabajo de dos modistas. «Nosotros tratamos de ayudar, aunque de costura no tenemos ni idea», aportó Federico.

 

Mirada del carnaval

Para los chicos, el carnaval 2019 está «bastante bien. Mucha gente va más a criticar que a disfrutar, porque a todas las agrupaciones les cuesta y la comisión hace un esfuerzo para llevar el carnaval adelante. A veces los comentarios empujan para atrás, pero aún así le ponemos lo mejor por la gente a la que realmente le gusta», expresó Federico.

Para Estibaliz, la primera noche «fue rara por ser el debut. Pasamos de 25 bailarinas el año pasado a 45 ahora. Ya la segunda noche entramos más tranquilos, más confiados, la pasamos mejor, la salida estuvo más organizada y no hubo tanto bache entre agrupaciones. Uno intenta ir rápido, pero no tanto para que todo el mundo pueda ver».

Inconvenientes que, según Federico, se dan porque el circuito de la fiesta popular es redondo. «Si fuese recto no habría problemas de baches, no habría tanta distancia con el grupo que va adelante», opinó.

En coreografías, «todos los años hacemos algo diferente, con cuatro ritmos», aportó Estibaliz. A su vez, manifestó que Los Poco Pique no tiene ninguna temática en particular. «Intentamos que el vestuario sea cada vez mejor. Este año es más elegante, con un poco más de brillo que lo normal. Nos costó bastante porque todo cuesta más. Pero nos gustó», añadió.

El trabajo para lo que se ve cada noche alrededor de la plaza arranca para ellos a las cuatro de la tarde. «Nos reunimos en una casa y nos empezamos a peinar. Cuando estamos todas peinadas, arrancamos con el maquillaje.Después llegan los chicos y también los maquillamos, les ‘tiramos’ y pegamos lentejuelas; y así se pasan las horas», relató Estibaliz.

Mencionaron la participación en el grupo de Darío «Condorito» López, el padre de una de las bailarinas. Y destacaron su presencia. «Él hace las arenga, nos alienta todo el tiempo, está siempre empujando para adelante. Es un gusto tenerlo, es el más joven de todos», dijo Federico.

Tanto él como Estibaliz resaltaron que la batucada tiene las puertas abiertas para todos. «No necesariamente hay que ser bailarina para entrar con nosotros. Cualquiera puede hacerlo, siempre y cuando tenga ganas».

Y cerraron con un mensaje para la gente: «Que siga yendo al carnaval. Sabemos que es un costo para las familias, pero es algo lindo que se hace una vez por año; y nosotros queremos que se diviertan y la pasen bien».