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General Villegas
miércoles, 24 abril, 2024

Martín García, el recambio que viene en Sarmiento

Junín todavía sufre la oportunidad perdida. El ascenso de Sarmiento a la máxima categoría estuvo ahí, al alcance de la mano, pero por dos veces fue esquivo. Primero con Arsenal de Sarandí, luego ante Central Córdoba de Santiago del Estero.

Tenía sólo 13 años Martín García cuando pegó el salto, tras jugar en las divisiones menores de Sportivo y Eclipse. Un nene. Su hermana Mercedes, que estudiaba en Junín, lo recibió con los brazos abiertos en su casa y fue fundamental para su adaptación.

«Igual fue duro, porque extrañaba mucho a mis amigos y mi familia. Pero yo quería jugar a la pelota y me quedé a lucharla. Y eso dio sus frutos», recuerda hoy, en diálogo con OVACIÓN.

Con poco más de 20 años ya forma parte del plantel profesional de Sarmiento. Su apellido aparece en primera fila para la renovación de un grupo golpeado por las oportunidades perdidas. Se irán algunos nombres de pesos. Vendrán otros. Pero la joven guardia del Verde de Junín se perfila para el asalto final.

«Veníamos de un año estupendo, yendo primeros o segundos toda la temporada. Pero de la noche a la mañana nos quedamos sin nada. Ahora hay que recargar pilas, apoyarnos en lo bueno que hicimos y empezar con todo el campeonato que viene», se juramenta.

Con los hermanos Fermín y Juan Antonini, también surgidos de Eclipse; y el charlonense Julián Brea, García representa a General Villegas en el club más importante de la zona, actualmente en la B Nacional.

«Ojalá se nos dé y podamos demostrar que estamos para jugar. Pero hay que esperar. Esta semana se define quienes se quedan y quienes se van, incluido el cuerpo técnico», dice, muy cauto Martín, que pasa sus días de vacaciones con amigos y familiares.

«Me encanta estar acá, en Villegas. Al mediodía salgo a correr y a la noche voy a Sportivo, que lo tengo a la vuelta de casa. Además soy hincha del club, comparto con chicos con los cuales jugué… estoy en mi casa», enfatiza con una sonrisa.

El balance es alentador. «El ascenso hubiera sido la frutilla del postre, pero igual estoy muy conforme con lo hecho. Fue un año muy bueno, ya que firmé contrato por tres años, jugué varios partidos de titular, fuí al banco en otros… no me puedo quejar», se despidió. Sabe que lo mejor siempre está por venir.