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jueves, 28 marzo, 2024

Pocho Rodríguez: «Quiero tener de recuerdo las camisetas de Ingeniero y de Eclipse»

Una figura difícil de conseguir, casi imposible. A 40 años de su último paso por las canchas de la zona poco o nada se sabía de Anselmo «Pocho» Rodríguez, aquel que brillara en el multicampeón Ingeniero de finales de los 60′ y condujera como DT al Eclipse bicampeón 78′ y 79′.

Ayelén, su nieta, hizo de nexo y OVACIÓN lo sentó a la mesa a través del teléfono, que con entusiasmo atendió desde Libertad, partido de Merlo, en el conurbano bonaerense.

Agradecido, feliz por el reencuentro, ya con 80 años sigue vibrando cuando de fútbol se trata. Argentinos Juniors, Chicago, Vélez, Colombia, va subiendo peldaños en el fútbol hasta llegar al mítico Ingeniero que abrochó seis títulos al hilo. En alguno de ellos estuvo Rodríguez.

Años donde brillaron Carlos Cañete, que venía de Lanús; Osvaldo Guenzatti, de Atlanta; Orlando Nappe y Martín Canseco que venían de Argentinos Juniors; Busico como técnico… Pocho recuerda especialmente a Gegunde, Smith… «teníamos un equipo impresionante», estalla. «Era prácticamente un equipo de primera B, con muy buenos jugadores. Salimos campeones… Una máquina de ganar», sentencia.

Y siguió viajando en el tiempo como lo hacía por entonces en El Ranquelino: «Íbamos los sábados a la noche, jugábamos el domingo y nos volvíamos el lunes a la noche, cuando pasaba el siguiente tren. Nos volvíamos siempre contentos porque no sé si habremos empatado uno o dos partidos. Ganábamos siempre».

A los 31 años cerró su carrera como jugador y le dió paso al entrenador. A Eclipse llegó de Pacífico de General Alvear, Mendoza, donde también fue campeón y llegó a la final de la Copa Argentina con Godoy Cruz.

En la Maquinita lo recuerdan mucho y bien. Como Humberto Polucci, «El Bocha», wing izquierdo de aquel equipo, con un par de anécdotas y mensaje que lo emocionó: «Pocho querido, recuerdo que lo dirigentes te habían dicho que yo era goleador, pero a mitad de campeonato te paraste en medio de la cancha y dijiste ‘¿y el goleador dónde está?’ Ni un tiro en el palo había pegado todavía… (risas). Tu paso por el club me dejó un mensaje muy lindo, y es que si nos comprometemos a trabajar en equipo debemos hacerlo con constancia y responsabilidad. Eso me quedó grabado. Fue muy lindo tu paso por acá».

«Un jugadorazo el Bocha», le reconoció. «Armamos el equipo con todos chicos de ahí, todos macanudos. Recién el segundo año vino Sandoval,

También mandó su mensaje Eduardo García, utilero de aquellos años. El recordado «Gordo» lo recordó con cariño y le prometió visitarlo ni bien se levante la cuarentena.

Sigue respirando fútbol Pocho. «Lo llevo adentro, no me lo saco más. Todo lo que sea fútbol es vida para mí», se definió.

Como si bastara dar una muestra más, 40, 50 años después, se despidió con el pedido de dos camisetas: la de Ingeniero y la de Eclipse. Más futbolero no se consigue. Si hay un denominador común entre los que aman este deporte son las camisetas. Tenerlas, tocarlas, guardarlas en un lugar determinado, sacarlos y mirarlas de tanto en tanto. «Para tenerlas de recuerdo», dijo.

«Esta cuarentena nos tiene enloquecidos. Todo el día adentro. No veo la hora de salir y por qué no darme una vuelta por allá, por Banderaló y Villegas», se despidió.