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martes, 23 abril, 2024

Rosana Farías: «Yo no he hecho nada ilegal»

El Centro Vasco publicó días atrás un comunicado informando acerca de los daños provocados en el mural de la plazoleta Guernica, ubicada en calle Destouches y Alvear. En dicha nota se advierte que el mural debe ser considerado una obra de arte y se destaca que este acto de vandalismo daña espacios que son públicos, apuntando a la vecina que vive en el terreno lindero.

La mujer en cuestión se dio a conocer ayer en ACTUALIDAD. Rosana Farías se acercó a los estudios de la radio, donde comentó que hace poco tiempo se mudó al terreno lindero de la institución, luego de concluir con la construcción de un local (donde anteriormente se había hecho un garage) y un departamento que consiste en un comedor, una habitación, cocina y baño.

Para contextualizar aún más la situación, relató que hace dos años se separó de su ex marido y decidió mudarse allí, aunque sin poder continuar con la construcción de la vivienda de importantes dimensiones que estaba en marcha mientras estaba en pareja, debido a la situación económica.

Fueron esas mismas dificultades las que hicieron que la mujer dejara de alquilar un departamento y local céntricos, debido a los costos que debía afrontar y los ingresos que estaba percibiendo por su actividad comercial. Eso aceleró la mudanza al terreno lindero al Centro Vasco.

«Amo lo que hago, me encanta lo que estoy haciendo y mi decisión es seguir trabajando, pero desde otro lugar», expresó Farías.

La mujer explicó que cuando la casa se comenzó a construir, «hace diez años atrás, cuando yo aún estaba en pareja con mi ex marido, Daniel Suárez, la gestora de su familia, Sara Artola, le pidió permiso para pintar en la pared la bandera de los vascos. La pared tiene unos 70 metros de largo, donde ellos hicieron todo un dibujo, de punta a punta. Cuando decido hacer mi departamento tomo la parte del garage», que lindera con el espacio verde del Centro Vasco.

Farías sostuvo que nadie de la comisión habló del tema con ella, más allá de la conversación que en algún momento mantuvo con Artola debido a la humedad que el mural está generando en su domicilio.

«Yo no estoy invadiendo el espacio verde ni el lugar de ellos, simplemente busco mi comodidad para poder estar en mi casa. Pero creo que hay gente que está mal informada y nadie se acercó a hablar conmigo», dijo; al tiempo que los invitó a hacerlo.

Por otro lado, manifestó no estar de acuerdo con que «mi casa esté pintada de esa manera. Hoy, si me preguntan a mí, ese mural afea mi vivienda».

Además, asegura que por lo que figura en el plano de su propiedad «yo no tengo medianera. La pared mía está dentro de mi terreno, por lo tanto no tengo obligación de darles a ellos la comodidad de que la plaza les quede más bonita. Yo no he hecho nada ilegal, simplemente busqué un lugar para vivir, que es mío».

Una cuestión que no parece terminar tan fácilmente, debido a los problemas de humedad que según la mujer el mural está ocasionando en su casa. «El constructor que tengo me dijo que la única solución es picar la pared de punta a punta y volver a hacer el grueso y el fino como corresponde. El revoque está quemado, mal hecho. Lo voy a tener que hacer en cuanto pueda, porque ahora no tengo medios», concluyó.