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sábado, 20 abril, 2024

«Ustedes que están a tiempo, cuídense y quédense en sus casas»

Daniela Rada es una villeguense que está pasando la cuarentena en Italia, el país más castigado por el coronavirus y que registra la mayor cantidad de muertos por COVID-19 de todo el mundo. Sin embargo, Daniela no está en la «zona roja» -que es el norte italiano-, sino en la región central, en la pequeña localidad de Montedorisio, provincia de Chieti.

Maestra jardinera de profesión (trabaja de preceptora en el Jardín del IMI y en el negocio familiar Riant Repuestos), Daniela pasa la cuarentena en Montedorisio, un pueblito de montaña de 2700 habitantes. Está a la altura de Roma, pero 270 kilómetros hacia el Mar Adriático. Se trata de una zona agrícola, con pequeños campos y pequeñas producciones familiares.

Daniela viajó por motivos personales y con la intención de tramitar la ciudadanía italiana. Ahora está en aislamiento junto a unos familiares (a quienes fue a conocer) y, en diálogo con Actualidad, cuenta cómo es la situación en el país europeo.

«Las medidas que se aplicaron fueron de a poco. Primeramente se intentó aislar la zona roja en el norte, pero a los pocos días se vio que era necesario en toda Italia. En el colegio donde van los sobrinitos de la familia donde yo estoy, un profesor había viajado de vacaciones a Milán y cuando regresó fue a trabajar normalmente. Cuando dio positivo en coronavirus se suspendieron las clases en ese lugar. Al otro día se decidió suspender en toda la zona. Todo fue de un día para el otro. Las medidas se toman minuto a minuto porque la situación acá es muy grave», explicó Daniela.

«Luego decidieron reducir el horario de comercio, bares y restaurantes. A los pocos día se decidió cerrar todo salvo supermercados, panaderías y farmacias, como en Argentina. Después se prohibió salir a hacer deportes porque la gente usaba esos momentos para socializar. También cerraron las fabricas que no están vinculadas a productos de primera necesidad, porque hay gente que necesita movilizarse, usa el transporte público y toma  contacto con gente de otros lugares. Este fin de semana se decidió cerrar las comunidades: no se permite la circulación de ciudad a ciudad. El el pueblo donde estoy, que tiene 2700 habitantes, no hay bancos ni correo por lo cual se deben movilizar a la ciudad más cercana que es Vasto y que está a 10 km», agregó.

Daniela señaló que los controles y castigos son cada vez más rigurosos: «Aumentaron las multas de 400 euros a 3000 euros. Toda persona que ande fuera de la casa tiene que justificar por qué y llevar una autodeclaración que se baja de la página del Ministerio. Siempre hay que llevarla. Cuando un personal nos para para consultarnos por qué salimos de casa se le debe entregar esta declaración. Queda a criterio de la autoridad si nos permite seguir o nos cobra multa o nos hace volver a casa. Nadie le discute nada a la autoridad acá», detalló.

Las medidas que se tomaron allí son iguales a las adoptadas por el gobierno argentino: quedarse en casa, tratar de que solamente una sola persona por familia salga a hacer la compra e implemente medidas de higiene y limpieza al regresar. No obstante, Daniela remarca otro factor que en nuestro país no se recomienda: usar barbijos y guantes cada vez que salimos de casa aunque no tengamos síntomas de coronavirus. «Lo más importante es usar barbijos y guantes porque se ha demostrado que hay mucha cantidad de positivos asintomáticos. Entonces, si tengo coronavirus y no tengo síntomas, y voy al mercado y toso o estornudo o toco algo, puedo contagiar a otra persona y esa persona luego contagia a su familia. Es una cadena que no se termina más. Por eso siempre hay que usar barbijos y guantes» argumentó.

Italia está atravesando la tercera semana de cuarentena. Se espera que el virus se extienda a otras zonas (esta semana sería el pico) y por eso la población extrema sus cuidados. Daniela se despidió de Actualidad enviando saludos para sus compañeras del Jardín del IMI y en especial para su familia. Pero también dejó un importante consejo para los villeguenses: «Ustedes que están a tiempo, cuídense y quédense en sus casas. Si salen que sea con barbijo y guantes. No importa que el vecino se ría. Argentina actuó rápido, pero el gobierno necesita la ayuda de todos: por eso quédense en casa y si salen que sea usando barbijos y guantes».