La Dirección de Educación en el marco de un nuevo aniversario continúa con las publicaciones que dan cuenta de su historia para celebrar los 35 años del Centro de Educación Abierta Municipal.
En esta oportunidad comparte un texto de una de las primeras egresadas del curso de Capacitación para Empleados Municipales, Elisa Crusat.
Elisa trabajó en la Municipalidad por más de 40 años, sus inicios fueron como empleada y hasta llegar a Directora de Gobierno, por su capacidad de aprendizaje, resiliencia y gran responsabilidad.
Ella cuenta: “En el año 1989 comenzó una etapa, que hoy recuerdo como muy movilizante. El entonces intendente municipal Alberto Ballari invitó a los empleados municipales a inscribirnos en un curso de la Universidad Nacional de Mar del Plata: “Capacitación en Servicio para Empleados Municipales´´, con una duración de 6 meses. Ya en ese momento había sido designada la Lic. Ana María Lamas como Coordinadora de un espacio de Educación que se llamó CREAP Nro. 12.
Ana nos acercó el temario primero, nos alentó y motivó para hacerlo. Ninguno de los inscriptos tenía estudios superiores, entonces estudiábamos en grupo, fuera del horario de trabajo nos reuníamos en mi oficina, algunos en otro espacio. Luego nos juntábamos para intercambiar opiniones, debatir, siempre con la asesoría de Anita -como le decíamos- que nos acompañaba para despejar dudas. Ya que un tiempo después el CREAP tuvo su lugar dentro de Casa de la Cultura. Recuerdo un gran compromiso laboral, que motivaba para esta dedicación. De 51 inscriptos finalizamos 11. La entrega de materiales era a través del fax, una nueva tecnología que se incorporaba y donde la Universidad enviaba los módulos de estudios, era una odisea poder leer el material en esos tiempos.
Me gustaba todo, pero sin dudas, estudiar las Teoría Económicas y la Elaboración de Proyectos era lo que más me gustaba.
En determinado momento, la Universidad organizó un Encuentro en Pehuajó, para hacer algo así como una teleconferencia con todos los alumnos de las pocas Municipalidades que firmaron el convenio, creo que fueron 25. Era algo innovador, pero lamentablemente no pude ir pues estaba trabajando con el Contador en la Ordenanza Fiscal e Impositiva.
Ya bastante avanzados en el curso, nos invitaron a una clase en la propia Universidad, y ahí fuimos. Nos llevaron en el colectivo municipal y esa si fue una experiencia inolvidable, toda una aventura. Nos alojamos en el Hotel del Sindicato de Trabajadores Municipales, un muy lindo lugar y al otro día tuvimos la clase.
Fue hermoso, un buen recuerdo que me guardo para siempre, además de los conocimientos que me sirvieron en toda mi carrera municipal, las charlas y debates; y compartir esta experiencia con mis compañeros y con la inolvidable Anita”.