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jueves, diciembre 12, 2024

Cuando el tiempo no da tregua

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Otra vez un fenómeno climático golpeó con inusitada violencia a la Escuela Agropecuaria Nelly Brown de Emerson. Otra vez hay lamentar consecuencias a causa de la naturaleza. Fue la inundación, las violentas tormentas de diciembre/enero y ahora su suma el temporal del pasado fin de semana.

Voladura de techos, un motor de la ósmosis inversa (que se utiliza para darles agua a los chicos de la institución) se quemó por la inestabilidad de la electricidad, rotura de caños por plantas caídas, son algunos de los destrozos ocasionados por el fuerte viento.

Marina Justo, directora de la Escuela Agropecuaria, dialogó con FM Actualidad e hizo mención a los daño: «Hoy (por ayer) no encontramos con una nueva voladura de techo. Digo nueva voladura porque con las tormentas que sufrimos en diciembre y en enero tuvimos un montón de voladuras de techos y caídas de plantas. Además, con la última lluvia, que llovieron cerca de 200 milímetros, estuvimos complicados con el anegamiento del predio. Arrancamos con bastantes inconvenientes, pero nunca bajamos los brazos».

«Cuando empecé a recibir imágenes enseguida actuamos. Nos juntamos con la gente del Consejo Escolar. Silvia (Yglesias, la presidente) está yendo a la escuela, junto al presidente de la Cooperadora. La gente ya está trabajando, removiendo lo que está caído. En la Escuela nunca dejamos de trabajar. Luego de la tormenta que removió los techos de los entornos formativos, más que nada de lo que es agricultura, Silvia me dijo que se había aprobado el arreglo de todo ese sector que se había dañado y también toda la pintura. El municipio nos dio todos los materiales y el Consejo Escolar iba a aportar la mano de obra. Ya se aprobó parte de la obra. Pero ahora se va a tener que ampliar el proyecto de refacción», comentó Justo.

El año pasado ya se se había refaccionado gran parte del edificio, con mucho esfuerzo de Cooperadora, Comisión de ex alumnos y con el trabajo de la gente de la escuela. Pero la naturaleza aparece haberse ensañado con la Escuela Agraria y un nuevo fenómeno climático ocasionó más destrozos.

«Los mecanismos funcionan. Se hace el reclamo y llega la visita de Silvia con el presidente de la cooperadora. Enseguida se actúa y enseguida se ponen a disposición, igual que con el arreglo de los caminos. Enseguida tenemos una respuesta. A veces la cantidad de cosas que hay por hacer excede a la capacidad de trabajo, porque no somos la única institución que sufrió daños. Hay una respuesta, pero el tiempo no nos da tregua», concluyó Justo.

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