Como parte de las actividades pensadas para estas vacaciones de invierno, el Museo Carlos Alonso presenta, a partir de este jueves 21 de julio y hasta el 25 de septiembre, la muestra «PaleoArte, imaginando el pasado remoto», del artista villeguense Lucas Jaymez.
No es la primera vez que Lucas hace una exposición de sus creaciones, dejando a chicos y a grandes boquiabiertos con la calidad de las réplicas de los dinosaurios y el nivel tan exhaustivo del detalle, a punto tal que las figuras parecieran tener vida.
Por qué PaleoArte
Según el propio Lucas lo explica, «el paleoarte es la forma de plasmar el conocimiento que recaban los paleontólogos» y «la forma en que llamamos a nuestro trabajo, los que realizamos esta actividad.»
Lo que se va a poder ver desde en esta muestra abierta al público, es «todo el material que pude armar en la pandemia, sumado a algo que ya tenía», refiriéndose a la exhibición que se hizo en la Biblioteca Municipal, hace cuatro años atrás.
Los materiales de las esculturas
Para trabajar en las piezas, Lucas explica que utiliza «masilla epoxi, que tiene dos componentes y que me permite trabajarla más o menos una hora, hasta que endurece».
Este material permite «marcar muy bien los detalles en las piezas» que se arman con estructuras que pueden ser de telgopor, alambre y algunos otros elementos que se incluyen como accesorios.
«Lo que termina de completar la ilusión es la pintura», señala Lucas. Es un proceso «que lleva tanto o más trabajo que el modelado, porque me gusta hacer manchas y colores que sean bastante realistas.»
El paleoartista explica que cuando se trata de piezas en tamaño real le lleva mucho más tiempo pintarlas «porque quiero que estén muy bien detallados, para que al momento de verlos, la ilusión sea más certera.»
Nuestros dinosaurios
Lucas está muy enfocado en los animales que poblaron nuestra zona, pero no fue así en un principio. Cuando empezó, hace unos años, lo hizo con los típicos que todos conocemos, que son el tiranosaurio rex, el estegosaurio, el triceratops, pero «después me di cuenta de que no conocemos mucho las especies de Argentina e inclusive de Sudamérica.»
Él agrega que en nuestro país «todos los meses hay una noticia relacionada con paleontología y lo más probable es que sea una especie nueva, autóctona o un ejemplar similar de una especie originaria de otro lugar» y «me pareció una locura que la gente no conociera las especies locales.»
Por esta razón, en la muestra PaleoArte, casi todas las piezas son de especies argentinas y algunas de países vecinos (dos son dinosaurios originarios de Chile, dos de México, dos de Brasil). Además, también se encuentran reptiles marinos y, «como los mares son entre continentes, podría haber alguno, incluso de Norteamérica», explica.
Toda la era de los dinosaurios
Lucas cuenta que para esta exposición en el Museo Carlos Alonso «quise cubrir toda la era de los dinosaurios» y por eso se puede ver «el primer dinosaurio, que se encontró en el Valle de la Luna (San Juan) hasta los últimos, que fue cuando se extinguieron.»
El escultor hace la observación de que en la Argentina «tenemos el animal más antiguo, pero también los últimos que se encontraron», por lo que en la muestra están cubiertos «los tres períodos en los que vivieron los dinosaurios, que fueron desde los 230 millones de años, hasta hace 66 millones de años» y trató de representar «animales característicos de estos tres períodos.»
El comienzo
Lucas se hizo fanático de los dinosaurios a partir de la película Jurassic Park, para él, lo que hizo que cambiara la forma de ver a estos animales. Pero además, el villeguense es un artista. Diseñador gráfico, dibujante exquisito, artista plástico, diseñador. Ha ilustrado libros para chicos y sus acuarelas son una gloria. Sus manos son en sí mismas, una obra de arte y con ellas puede hacer lo que quiera. Pero incluso, va más allá, porque lo más valioso es su mirada.
Piensa, boceta, elige materiales, produce, termina hasta el más ínfimo detalle y todo lo que sale de ese proceso creativo, siempre es una obra de arte.
Sin embargo, desde aquella vez que vio Jurassic, quiso tener la escultura de un dinosaurio, pero «eran tan caras que me la tuve que hacer», cuenta sobre el inicio de esta aventura, que hoy lo ha llevado además, al diseño de accesorios, juguetes y artículos de merchandising que llevan sus dibujos.
Pero aquella pieza sola que se regaló a sí mismo, no bastó. A esa le siguieron otras y, detrás de cada una, iba perfeccionando su técnica. «Comparo los dinosaurios argentinos con trabajos anteriores y me doy cuenta de la evolución en mis obras», confiesa.
Para los que quieran conocer y seguir todos los procesos de sus obras, Lucas cuenta que «la mayoría de la actividad pasa por Instagram, a través de la cuenta @dinoesculturas que es por donde hago vivos, cuando estoy modelando o pintando, generalmente en la noche», aunque a ese mismo material luego lo comparte en Facebook y Twitter.
Ser artista
En diciembre de 2021, Nature, la revista científica más influyente del mundo, destacó en portada el estudio sobre el descubrimiento de un nuevo linaje de dinosaurios acorazados que vivieron hace unos 74 millones de años en el megacontinente Gondwana, un hallazgo realizado en la Patagonia chilena.
Para la presentación de este nuevo dinosaurio, se elaboraron ilustraciones y materiales de divulgación creados, entre otros, por Lucas Jaymez.
Está escrito en algún lado que ser artista es darse permiso para crear, para producir obras de arte, que de entrada pueden gustar o no, o pueden llegar a valer mucho o nada.
A Lucas le ha llevado mucho tiempo poder dedicarse a lo que ama hacer. Sus obras de arte son un éxito que ha sobrepasado muchos límites y cuenta con un ejército de fans que lo siguen como a un ídolo.
El propio guitarrista de Guns N´Roses, Slash, es un fanático de sus esculturas, quien recibió una de regalo y no dudó en agradecerlo a través de su cuenta de IG.
Lucas vive acá a la vuelta, pero es un creador que puede hacer lo que que se proponga, porque siempre va a ser un hecho artístico.