Luego del éxito de la primera campaña, Ignacio Arruti, fundador de la agrupación, de Buchardo, contó detalles del proyecto solidario.
El interés de Grupo Renacer por esta región surgió en el año 2005, cuando los medios nacionales recibían información de la negativa al acceso de agua y salud pública por parte de Chaco a las etnias wichí, criollos y tobas.
Por este motivo, en noviembre de 2005 partieron rumbo al Impenetrable Chaqueño con mercadería, asistencia profesional con médicos, enfermeros y trabajadores sociales. Según afirmó Arruti, «hoy en día los viajes continúan y se valora la labor de otros grupos que apoyan esto».
En cuanto a este «regreso» al lugar, contó: «Fue un trabajo de muchos años». Y manifestó que en estos años se fueron incorporando localidades, no solo de la provincia de Buenos Aires, sino también de Santa Fe y La Pampa. «Una mayor cantidad de pueblos nos permite llenar mas rápido los camiones», sostuvo.
Actualmente, un total de 14 pueblos y ciudades conforman Renacer: General Villegas, Piedritas, Banderaló, Coronel Charlone, Santa Regina, Emilio de Bunge, Santa Eleodora, Rancul, Rufino, Buchardo, San Joaquín, Serrano, Villa Valeria y Huinca Renancó.
Además, comentó que existe una escuela de distintas comunidades a la cual suministran. También se mostró confiado y esperanzado por la concreción de esta campaña en el Impenetrable: «Más allá de todo, somos su única esperanza y creemos que lo vamos a lograr».
Pese al gran interés de varios grupos por intervenir en la forma de vida de estas comunidades, Arruti mencionó que el gobierno de Chaco tiene una mirada «desintegradora» del tema. «Eso nos lastima mucho», expresó.
Una vez allí, «viajamos en un vehículo 4×4 porque es la única manera de ingresar al Impenetrable; y vamos entrando a lugares que realmente son inhóspitos», dijo. Además, definió a la selva como extensa, cerrada y con una frondosa vegetación.
Por otra parte, dio detalles sobre el estilo de vida en el lugar. «Viven en una habitación 4×4 armada con adobe, leña y un techo de paja. La mayoría de las veces hemos llevado silo bolsa, que permite el no ingreso de agua; y durante el día arman toldos con paja. Lamentablemente están propensos a insectos peligrosos como la vinchuca», manifestó.
Comentó por otro lado que «estas colectividades no logran capitalizar lo poco que ofrece el río. Tampoco trae abundancia la caza, porque se debe tener suerte con leopardos o algún reptil sobre el rescoldo».
Urrutia también hizo referencia a que «hace poco tiempo les fueron otorgadas 3.000 hectáreas por la aprobación de una ley provincial», pero opinó que «no logran ser explotadas» y aseguró que «no tienen la posibilidad de sacar dinero con este servicio».