«En Bunge siempre estamos de fiesta. Siempre», dejó en claro un vecino del pueblo en la noche del jueves, a la que no le restó éxito alguno adelantarse al fin de semana.
Y fue así. Los cupos previstos para la degustación propuesta por Raíces Café & Restó, de Mónica Spertino; y La Pescadería, de Bernardo Ferreyra, fueron reservados con mucha anticipación y el local de Mónica, en el ingreso a Bunge y a pocos pasos del acceso que comunica el pueblo con Coronel Charlone y Piedritas, lució colmado.
Guiados por el aporte y las explicaciones de la enóloga Carolina Walser, uruguaya radicada en Bunge; los comensales fueron degustando platos y vinos en sintonía con el maridaje buscado. Es decir el proceso de unir un alimento con un vino con la intención de realzar el placer de comerlos. «Objetivo cumplido», dijeron los organizadores.
El menú, muy elogiado, abrió el juego con su anunciado aperitivo y un torrontés de Buenos Hermanos, de Giménez Riili. Con él, rabas, brusquetas de salmón ahumado, pinchos de langostinos, boquerones y empanaditas de salmón.
El primer paso lo dio el muy interesante De Nos, un blend de tintas de la misma bodega, de rojo intenso y acidez justa; acompañando mejillones en salsa roja, cazuela de calamar, gambas al ajillo y ceviche de marisco y mango.
A la hora del plato principal -lenguado con salsa de puerros- se sirvió el merlot Buenos Hermanos, también de Giménez Riili.
Finalmente, y antes del adiós, un bocado dulce -brownie con helado y salsa de frutos rojos- con espumante Extra Brut de delicadas burbujas y fineza complejidad.
Antes, durante y después, como bien dijera la enóloga, todos los sentidos conectados en el presente. No solo el gusto y el olfato. Qué decir del oído. Thiago Chiapello, de solo 11 años, con su violín, y la maravillosa interpretación de la canción popular italiana Bella Ciao, el himno de la resistencia antifascista; y Mariela Garat, con su flauta traversa y su música de mar, más el cierre de jazz.
Mario Testatonda y su esposa Tata, de Serrano; no solo distribuyen los vinos de bodega Giménez Riili en toda la región sino que lo hicieron durante toda la noche en cada una de las mesas.
El chef Imanol Carlo, también bungense, dio la talla de la mejor manera. «Eran muchos pasos, mucha comida. Empezábamos a las 21,30 horas y a las 21,15 entré a la cocina y me parecía que no había nada. Increíble lo que hizo», lo halagó con razón Spertino.
Y las mozas. Y todos. Una linda propuesta para cortar la semana. Raíces ya proyecta una nueva noche para compartir, con otra bodega, empanadas y platos con carne como eje central. Para reservas: 03388 15488452. Bunge, partido de General Villegas.
