El municipio de General Villegas informa a quienes realicen faena para consumo únicamente familiar en el Partido, que la cabina de Bromatología brinda de forma gratuita el servicio de análisis de digestión artificial para detectar el parásito Trichinella Spiralis que la provoca.
Al respecto, el veterinario Martín Monti explicó que “en el marco de la lucha contra la triquinosis, desde hace años la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca y SENASA, instauraron la semana de la triquinosis para concientizar a la población y que se tomen cartas en el asunto en esta situación, de cómo prevenir la enfermedad que, si bien es viejísima, todavía está presente en nuestra zona”.
“Es endémica en nuestra provincia y las vecinas. Por eso tenemos que estar alerta ante el consumo de chacinados y sus derivados; y de carne cruda, tratando de comprar estos productos directamente en frigoríficos habilitados, porque tenemos la seguridad que fueron analizados y no hay presencia de la larva parasitaria que tienen los productos”, agregó.
“Hay que tener sumo cuidado si vamos a una faena casera o consumimos los productos de caza, porque en nuestra zona la presencia de puma y jabalí es cada vez mayor y estos animales, por sus hábitos alimenticios (son omnívoros pero su alimentación es básicamente carnívora), intervienen en la cadena de la transmisión de la enfermedad y el hombre, al adquirir estos productos -ya sea cazándolos, comprándolos o porque lo invitan a las carneadas- puede adquirir la enfermedad”, explicó Monti.
“Necesitamos que esa carne esté libre de triquinosis. ¿Cómo se hace? Es muy fácil, remitiendo a Bromatología (al lado del corralón municipal), donde hay un laboratorio en el que se hace la digestión enzimática de esa carne con 50 gr de entraña de cualquier tipo de especie (puma, jabalí y por supuesto de cerdo doméstico) y remitirla de 7 a 19 horas, en lo posible de lunes a viernes, aunque se puede llevar el sábado por la mañana pero ese resultado va a estar el lunes», explicó el profesional.
A su vez, informó que «el resultado se da lo más rápido posible, puede ser en el día o como máximo 24 horas. Esto les va a dar la seguridad que el producto que cazaron o faenaron no tiene la presencia de este parásito que nos pueda enfermar”, advirtió.
Monti comentó que “la enfermedad puede causar trastornos leves o graves; y también puede hacerse crónica, porque muchas veces se vuelve así y genera problemas durante el resto de la vida»; al tiempo que manifestó que «el roedor es parte de la cadena y un factor muy importante, al comer la carne contaminada con el parásito. A su vez, el cerdo vuelve a comer esa rata y se transforma en un círculo que hay que interrumpir. El animal que va de un criadero a otro es el roedor y, desgraciadamente, su presencia se da y mucho en los criadores de distintas escalas”.
El veterinario, que trabaja en el área de Bromatología desde hace 22 años, destacó que el trabajo de laboratorio “es gratuito. Sólo hay que llevar 50 gramos de entraña a elaborar. El horario también es amplio y no se pregunta el origen de la muestra que llevan. Acá lo más importante es que nadie de la familia, un vecino o un amigo, se enferme».
También aclaró que estos análisis se hacen en el marco de una faena casera o con productos de caza, pero «los elaboradores que lo hacen para comercializar, tienen que hacerlo con carne de frigorífico”.
Por último, Monti reflexionó que “estamos en un lugar de triple frontera y es difícil controlar la parte bromatológica en el Partido, porque los pueblos del norte tienen más contacto con las otras provincias que con la ciudad cabecera, pero igualmente nos pueden enviar la muestra con un comisionista o un amigo. No es necesario que esté refrigerada, pero si se trata de más de un cerdo, que cada muestra esté identificada de manera individual para saber cuál es el afectado, ya que de esa manera podemos ir al criadero».