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domingo, diciembre 22, 2024
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Josefina Bilotta, una perseverante villeguense por el norte de América

Si hay algo que destaca a Josefina Bilotta, la vigésimosegunda protagonista de «GPS, villeguenses por el mundo», es la tenacidad y valentía.

Una aventurera mujer de 35 años que supo superarse día a día hasta encontrarse a sí misma y ser la intérprete de su propia historia. Con la conducción de Esteban Mutuberría y en contacto directo con suelo canadiense, un nuevo relato de los nuestros en otro suelo.

Primera aventura en el extranjero

Un año después de haberse egresado en el Instituto María Inmaculada en 2005, Josefina tuvo la oportunidad, mediante el Rotary Club de Villegas, de hacer un Intercambio Cultural a Winnipeg, capital de Manitoba, una provincia de Canadá. Allí se mantuvo por 10 meses.

«Fue una experiencia muy linda, pude conocer la ciudad y a distintas familias con las que sigo en contacto. Las ganas de explorar y viajar por el mundo se sembraron desde pequeña», expresó.

Una de las primeras opciones de emigración fue Alemania, pero Josefina la descartó rápidamente porque debía partir antes de terminar el secundario. Allí fue donde surgió la posibilidad de Canadá, con la alternativa de viajar un año después de su egreso en la secundaria y con 10 meses como prueba.

La villeguense aceptó y no se arrepintió: «Siempre digo que Canadá es un país muy tranquilo, armonioso y con mucho respeto entre la sociedad, donde se convive diferente».

Patinando sobre hielo.

Regreso al país

Luego de haber dejado su «semilla» en tierras canadienses, Josefina volvió a Argentina. Estudió en la Universidad de Buenos Aires (UBA) la carrera de Ciclo Básico Común (CBC) en Económicas.

Después, siguió con la carrera de Ingeniería en Sistemas durante un año y medio. «Todavía había algo que no me terminaba de convencer», dijo acerca de sus estudios.

Nuevas experiencias del otro lado del planeta

Por insuficiencia respecto a su deseo a futuro, tomó la drástica decisión de partir rumbo a Oceanía y probar nuevos desafíos. Se asentó durante un buen tiempo en Nueva Zelanda y luego en Australia.

Después tuvo diferentes destinos en el Sudeste Asiático, en países como Tailandia, Laos, Vietnam, Camboya, Japón y Malasia. «Con la Working Holiday, y gracias al pasaporte italiano de mi abuelo, me pude ir a distintos países y tener mayor oportunidad en el extranjero», manifestó.

Vuelta a Buenos Aires

Pasados dos años a puro viaje por Oceanía y Asia, Josefina regresó al país para asentarse en Buenos Aires con su hermana, que tenía una fundación.

Allí pudo especializarse en Comunicación para ONG, previo a diversos cursos cortos y concisos acerca de distintos temas que le intrigaban. «La educación contínua es algo que me quedó de mi familia, la herramienta más fuerte para la vida», señaló.

Asentamiento definitivo en Canadá 

Por un congreso de la ONG en Estados Unidos, la villeguense aprovechó para visitar a las familias que conoció en Winnipeg, volviendo a Canadá luego de 13 años. Uno de los integrantes de esas familias es el esposo de Josefina.

Finalmente, logró establecerse en Toronto, una de las ciudades más importantes de Canadá. En este sentido, contó cómo vivió su familia la decisión de emigrar: «Siempre me apoyaron y acompañaron en todas mis locuras, nunca me cuestionaron ni limitaron».

La familia de su esposo vivía en Winnipeg, por lo que nunca descartaron la opción de volver a esta ciudad, algo que se concretaría en la pandemia.

Actualmente continúa viviendo en esta ciudad, donde trabaja como Consultora en una agencia para ONG. Su rol es ayudar en la recaudación de fondos y campañas puntuales para concientización.

En pleno verano, disfrutando del lago junto a su esposo, Royden McLaughlin.

Planes para el futuro 

Al ser consultada sobre lo que se viene en su vida, Josefina respondió: «Soy partidaria del nunca digas nunca. Con mi esposo trabajamos en conjunto, tenemos la base en Winnipeg, pero también en General Villegas. Eso nos brinda mucha tranquilidad», indicó.

Asimismo, afirmó que no descarta la posibilidad de un posible retorno a Argentina: «Vivimos el día a día. Con la flexibilidad laboral que existe actualmente, estamos libres y abiertos a analizar cualquier opción que se nos presente».

¿Qué es lo que más extraña de General Villegas y Argentina?

«Es imposible no decir los afectos», dijo al ser consultada sobre lo que más echa de menos de sus tierras. Nombró a la familia y sus amigas, sumado a pequeños detalles y costumbres típicas de Argentina, pero inhabituales en Canadá.

«En general, extraño mucho nuestra cultura. Acá es todo muy tranquilo y, en cierta parte, se extraña un poco el caos», agregó.

Los padres de Josefina llegaron de de visita.

¿Cómo es Winnipeg y en qué se diferencia de Argentina?

«Este sitio se encuentra bien en el medio y casi limitando con Estados Unidos, yo estoy a dos horas. Es un lugar que me fascina y muy frío, donde a veces llegamos a la sensación térmica de -50°C», mencionó.

En cuanto a lo social, explicó que es un territorio en el que abundan los inmigrantes. Pero en un enfoque directo a los winipegués, contó que son muy cálidos, respetuosos y serviciales.

Según la villeguense, la gran diferencia de esta ciudad con Argentina está basada en que los argentinos son más «ruidosos, en el buen sentido». Como ejemplo, comentó que la Copa del Mundo 2022 «ni se sintió» en suelo canadiense, pese a que este país compitió en el certamen después de mucho tiempo.

Así culmina una nueva aventura de otra villeguense en un punto lejano del planeta. Como alguna vez se escribió: «Toro en mi rodeo y torazo en ruedo ajeno». Así se la puede describir a Josefina, que peleó por sus ambiciones y las hizo realidad.