Omar Olaizola es el precandidato a intendente del Frente Patriota Federal, espacio político liderado por Alejandro Biondini, que propone como gobernador al peronista Mario Guarnieri, dato que de acuerdo al villeguense, genera «mucha expectativa en la provincia y suma mucho, porque es una persona que en cierta parte del conurbano es muy querido.»
Omar se describe como «un peronista de toda la vida», aunque no es afiliado al justicialismo. «El primer partido al que me afilé fue al MAS (Movimiento al Socialismo)». Sin embargo, dice que es «peronista de raíz porque soy de familias peronistas y trabajé siempre dentro del peronismo».
Exiliado en España durante la dictadura por casi un año, señaló que «siempre luché por la democracia. En ese momento era cocinero de campaña del almirante Isaac Francisco Rojas; y tenía muy marcado cuando en el ’55 fusilaron, con Aramburu, a los generales fieles a Perón; y mataron obreros junto con ellos en los basurales de José León Suárez.»
«Con esa bronca hacía inteligencia para el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo)», dijo; y agregó que se acercó al Alte. Rojas por la gastronomía, cuando lo vio «por primera vez en Carlos Tejedor con una comitiva. Yo era un pibe muy joven y cociné para él. Vi morir a mucha gente», manifestó.
Lejos de arrepentirse de esos años, sostuvo que «estoy orgulloso, porque hoy hay una candidata que es amiga mía hace muchísimos años, que es la señora Vilma Ripoll.»
Agregó que «de aquellas épocas conozco personalmente a la señora Bullrich (Patricia). Era muy joven cuando se decía que militaba en el ejército opuesto, en el Montoneros. No tengo nada para echarle en cara, porque cada uno decidió lo que quería hacer.»
Lo cierto es que Omar Olaizola es precandidato a intendente municipal de General Villegas en las elecciones de este domingo 13 de agosto. Un lugar al que quiere llegar porque «junto a Pedro Satragno, con quien tenía una gran amistad, aprendí a querer cada vez más la función pública y darme cuenta queVillegas necesita un cambio.»
«Por eso quiero ser intendente, para traer un poquito de justicia. Yo no voy por el sueldo. Si bien es cierto que es muy bueno y voy a cobrar hasta el último peso porque es mío y me corresponde, yo voy por la historia. Me gustaría quedar en la historia de Villegas, en el bronce. Eso para mí es impagable, para lograrlo hay que hacer una excelente gestión y es lo que pienso hacer. Por eso tengo una estructura política tan armada desde lo económico en lo que es la atención de la gente.»
Entre los grandes ejes de su gestión de gobierno, el precandidato remarcó que «en los primeros seis o diez meses, voy a entregar entre 15 y 20 casas. Y lo voy a hacer porque tengo el trato ya con el empresario al que le he prometido que voy a seguir haciendo con él todos los planes de barrios de Villegas.»
Además, habló de «loteos accesibles para que la gente pueda acceder a través de una especie de alquiler».
Para Olaizola, más allá de la obligación administrativa de una licitación pública, «en un pueblo como Villegas, que tiene una inmensa riqueza natural, pero que financieramente está quebrado, porque no tiene un peso, se necesita comprometer a empresarios que quieran invertir. Después sí, una vez que esas inversiones se han puesto en funcionamiento, hay que privatizar.»
En cuanto a los caminos viales, «si soy intendente, voy a privatizar los corredores viales, tomar un compromiso fuerte con eso, porque la gente necesita que les arreglen las entradas de los campos y les mantengan los caminos, porque para eso pagan una tasa altísima, que creo que es la más alta de la provincia de Buenos Aires, para no hacer nada. La gente del campo tiene mi mano tendida», sostuvo.
Respecto a la eterna discusión sobre el lado en el que se apoyaba Perón, si sobre la derecha o la izquierda, Omar Olaizola expresó: «pienso que Perón era todo, era las dos cosas. Para ser un buen gobernante hay que ser todo, porque necesitamos trabajar con la izquierda, con la derecha y con el centro. No con los extremos, porque si uno se va a la extrema izquierda o la extrema derecha, termina cayéndose de un lado al otro; y después lo que hace es conseguir un rotundo fracaso.»
Para el precandidato del Frente Patriota Federal, que siempre desarrolló su actividad de forma privada, «el capital privado es lo que hace crecer al Estado, porque va a haber mucho más rédito financiero y va a poder ejercer un buen gobierno de distribución hacia el pueblo.»
Sin embargo, aclaró que «también soy estatista en algunas cosas, como por ejemplo el arreglo de la ciudad. Sería bueno que Villegas tuviera su propia empresa y una planta asfáltica. Hay muchos municipios que, en su momento, compraron su propia planta para pavimentar y han pavimentado.»
Es muy difícil encontrar políticos que admitan haber fracasado en alguna de sus gestiones, en cualquier nivel de gobierno y salen a prometer las mismas cosas que no supieron o no pudieron hacer. Según Olaizola, «los políticos han sido un fracaso rotundo y hoy lo tenemos en Villegas, lo tenemos en la provincia de Buenos Aires y en el gobierno nacional. La pobreza aumenta. El país se funde. Tratamos de quitarle al campo lo más que podamos para poder mantener el clientelismo político. No le damos a la gente que tenemos que darle la mano en ayuda. Avasallamos la salud, la educación. Eso es un rotundo fracaso auténticamente de todos.»
Sin embargo, mencionó a dos políticos que, según él, se destacaron, uno fue Antonio Cafiero y el otro el intransigente Oscar Allende. Además, indicó a dos ministros de economía «que son los más grandes que tuvo la Argentina: Roberto Lavagna y Jorge Remes Lenicov».
«La señora Cristina Rodríguez, una brillante concejal radical decía que Eduardo (Campana) en lugar de las 100 casas había cambiado un inodoro y una puerta; y tenía razón, pero a veces para hacer algo más hay que tener inteligencia y hay que dominar un poquito la economía. Si no se domina la economía no se puede gobernar. Se puede ser médico, abogado, lo que fuere, pero si no tiene conocimiento económico, es imposible porque los gobiernos se manejan a través de las finanzas», aseguró el precandidato.
Finalmente, Olaizola se dirigió a los vecinos de los pueblos, a quienes les manifestó que «hay que devolverles lo que les corresponde per cápita y debe ser utilizado íntegramente en cada pueblo, lo mismo que a la ciudad cabecera que, al recibir más, debe tener siempre la mano tendida»; y añadió que «cada pueblo debe elegir su delegado, porque el delegado que pone el intendente a dedo es una persona que responde a él y jamás va a responder al pueblo.»