Cientos de miles de personas se movilizaron en la 49° Peregrinación a Luján, que partió el sábado desde el santuario de San Cayetano, en el barrio porteño de Liniers, hasta llegar el domingo a la Basílica de Luján, en una caminata de más de 60 kilómetros que cuenta con un operativo especial de apoyo.
Este año la peregrinación contó con la presencia del arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, Jorge Ignacio García Cuerva, que caminó junto a los fieles todo el trayecto hasta Luján, en un hecho que sucede por primera vez en la historia, ya que nunca antes un arzobispo porteño había hecho a pie el recorrido.
Con el lema «Madre, estamos en tus manos, danos fuerza para unirnos», fueron muchos los villeguenses que participaron de la marcha, algunos junto a los peregrinos de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, otros en grupos particulares junto a amigos o familiares.
Más de 60 puestos sanitarios con 6.000 servidores en esos puntos, además de la Cruz Roja Argentina que dispuso de 11 puestos sanitarios a lo largo de la ruta provincial N° 7; y de AySA que montó un operativo especial de asistencia con agua potable para todos los fieles, con 4 puestos de hidratación y 13 camiones, formaron parte de la peregrinación a Luján.
«Hubo mucha gente durante todo el día, desde muy temprano. En mi caso peregrino desde el año 2011. La hice con mi pareja. Salimos 6.10 horas desde Liniers y llegamos a Luján alrededor de las 19. Fue muy linda, el clima acompañó mucho y la experiencia fue hermosa, totalmente diferente a otros años. Fuimos a agradecer y a pedir, como cada año; y pensamos en volver en 2024», comentó Rosario Guevara.
Roxana Reynoso también acercó su testimonio a ACTUALIDAD. «Fuimos un grupo de 36 personas. Comenzamos a caminar 5.30 de la mañana, pero todos no tienen el mismo ritmo de caminata. Nosotros llegamos 22.15 horas a Luján. Para mí fue una de las más duras, porque ampollé muy rápido y el dolor muscular se hizo insoportable, pero tenía que llegar, quería agradecer y llevar muchas peticiones de distintos lugares. También me tocó acompañar a una peregrina que el año pasado no pudo llegar, así que salimos y llegamos juntas, la acompañé todo el camino. La intención fue llegar y llegamos. El año que viene estaremos nuevamente».
Diego Giménez la hizo junto a un grupo de amigos. «Éramos diez en total y la mayoría ya llevamos más de diez peregrinaciones. La verdad que fue muy lindo, la pasamos muy bien y nos acompañó el clima. No hizo ni calor ni frío. Fue una peregrinación hermosa. Tardamos unas 14 horas con paradas incluidas y llegamos antes de las 20 horas a la Basílica. Fue realmente hermoso», insistió.
Para Matías Jaymez «la peregrinación fue una experiencia muy linda. En mi caso es la primera vez que la hago, con unos amigos que ya la venían haciendo hace varios años. Me costó muchísimo llegar. Fue realmente muy dura. Nosotros salimos 4.15 y llegamos 17.30, tardamos alrededor de quince horas. Por la madrugada estuvo fresco y a la mañana empezó a hacer un poco de calor. Las condiciones para caminar eran las ideales, porque no hacía mucho calor, no llovía, no había viento, pero costó llegar. Nosotros hicimos dos paradas: 15 minutos en Merlo a desayunar y otros 45 en General Rodríguez. Realmente fue una experiencia muy linda, aunque dura. Hubo mucha gente de Villegas».
Por su parte, Débora Romero agradeció «mucho al grupo de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen. Fui por primera vez y para mí la única manera de hacerlo posible era en grupo; y el de la Parroquia hace un trabajo excelente y tienen mucho amor al prójimo. Lo dan todo, te cuidan muchísimo, te acompañan desde el momento cero hasta la llegada. Tengo los pies muy hinchados todavía, pero es una experiencia hermosa que, todo aquel que crea en la Virgen, en algún momento debería hacer. Estoy muy feliz y el año que viene voy a volver».
Carina Arduino, coordinadora del grupo de la Parroquia local, reconoció que aún este lunes quedaba un poco de cansancio, «pero estamos bien», dijo; y habló de la alegría compartida, «que fue muy grande, así que los dolores quedan a un costado. El grupo llegó muy bien, aunque con mucho agotamiento. Les costó, pero llegaron».
Más de 80 peregrinos la hicieron a través de la Parroquia; y la mitad por primera vez. «Eran tantas las ganas de llegar a la Basílica, que fueron contra el propio límite. Hubo chicos de apoyo que contenían y ayudaban, daban fuerza y ánimo para seguir adelante. Salió todo bien», comentó.