La Parroquia Nuestra Señora del Carmen realizó distintas celebraciones en el marco de la Semana Santa y la Pascua 2024.
Las actividades culminaron este domingo con las misas de resurrección que hubo en dos horarios, por la mañana y por la tarde, luego de la Vigilia Pascual que se realizó el Sábado de Gloria.
La celebración había comenzado el 24 de marzo, con el Domingo de Ramos, fecha pata la que se bendijeron ramos en la Plaza Conrado Villegas.
Días después, llegó el Jueves Santo, día de la Última Cena. Entonces se realizó una celebración con niños, misa de la Cena del Señor y la Adoración Eucarística hasta las 24 horas.
En tanto, el Viernes Santo la comunidad participó del Vía Crucis para niños por la mañana; y luego para adultos a última hora de la tarde, alrededor de la Plaza Principal. Y previo a ello, se había realizado la celebración de la Pasión del Señor.
El mensaje del Papa
En su mensaje pascual de este domingo 31 de marzo, el Papa Francisco expresó su anhelo de paz y el fin de las guerras en todo el mundo, especialmente en Tierra Santa, Ucrania y Siria.
Tomando como referencia la piedra con la que se cerró el sepulcro de Jesús, el Santo Padre remarcó que también hoy “hay rocas pesadas, demasiado pesadas, que cierran las esperanzas de la humanidad: la roca de la guerra, la roca de las crisis humanitarias, la roca de las violaciones de los derechos humanos, la roca del tráfico de personas, y otras más”.
A continuación, afirmó que “el gran descubrimiento” de la mañana de Pascua es que “aquella piedra tan grande, ya había sido corrida”.
“La tumba de Jesús está abierta y vacía, a partir de ahí comienza todo”, subrayó el Papa Francisco ante los miles de fieles que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro del Vaticano.
“A través de ese sepulcro vacío pasa el camino nuevo, aquel que ninguno de nosotros sino sólo Dios pudo abrir: el camino de la vida en medio de la muerte, el camino de la paz en medio de la guerra, el camino de la reconciliación en medio del odio, el camino de la fraternidad en medio de la enemistad”.
En esta línea, reiteró que tan sólo Dios es capaz “de quitar las piedras que cierran el camino hacia la vida” y recordó que Él mismo es el Camino de vida, de paz, de reconciliación y de fraternidad”.