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miércoles, septiembre 17, 2025
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Lucas Vega, un villeguense más con vida en la metrópolis europea

«GPS» trasciende la noción de ser solo un programa de ACTUALIDAD. Conecta a las personas a través de sentimientos, emociones y memorias

Creando un espacio de comunicación sincera con quienes comparten sus historias, se da prioridad a quienes decidieron continuar la vida en otras tierras. Dar el primer paso para salir de la zona de confort puede ser complicado, pero enfrentarse a una nueva vida en una cultura completamente distinta y lejos de los seres queridos es un desafío aún mayor.

En el programa número 88, GPS sobrevuela el Océano y cruza el charco para llegar a la capital valenciana para dialogar con Lucas Vega, de 50 años, que nació en Buenos Aires, pero mantiene una relación directa con General Villegas y, sobre todo, Banderaló. Otra historia llena de emoción y desafíos.

Primeros pasos

La madre de Lucas es banderolense, pero se mudó a Buenos Aires, donde nació el protagonista de esta historia. Sin embargo, siempre se mantuvo en contacto y en comunicación directa, tanto con Banderaló como con General Villegas.

Vivió en la ciudad cabecera, donde muchos lo conocen por su paso en el supermercado Cooperativa Obrera. Allí trabajó seis años, en la parte administrativa respecto a las tarjetas, previo a partir rumbo a suelo español. «Cuando me fui, en 2001, era la única salida que había en ese momento. La situación era tremenda», recordó.

Primer viaje en épocas de crisis

La primera oportunidad que tuvo Lucas en el exterior fue previo al inicio del Corralito en Argentina, en tiempos de una crisis económica muy aguda en el país. Mantenía una estabilidad económica y trabajaba a gusto en territorio español. En aquel momento, viajó junto a su pareja y su hija de un año. Estuvo diez años en esta primera experiencia en el extranjero.

El primer destino fue Valencia, el único lugar de España en el que se radicó. Valencia es una ciudad y comunidad autónoma situada en la costa este de España, bañada por el mar Mediterráneo. Es la capital de la provincia del mismo nombre y la tercera ciudad más poblada del país, después de Madrid y Barcelona. Conocida por su rica historia, arquitectura y tradiciones, Valencia combina lo antiguo y lo moderno.

La ciudad también es famosa por su gastronomía, especialmente por la paella, un plato típico que tiene su origen en la región. Su clima mediterráneo, sus amplios espacios verdes y su desarrollo urbano, hacen de Valencia una ciudad atractiva tanto para residentes como para turistas. Se quedó en España, en la primera etapa, hasta 2012.

«Yo creía que España era una cosa, tenía una imagen y una idea previa. Pero te terminas encontrando con una realidad completamente diferente. Uno idealiza. Pero es mucho más difícil que lo que uno imagina. Me tenía que buscar la vida, más con una hija chiquita. Fue duro. En muchas situaciones, quería volver a Argentina. Pero tenía que poner el pecho a las balas y seguía. Lo fundamental es que teníamos papeles», explicó.

Pegar el portazo y empezar de nuevo

La decisión de volver a Argentina nuevamente, en 2012, «fue bastante dura porque mi ex pareja regresó y yo tenía que autorizar la salida de mis hijos. No me podía imponer, aún más trabajando en el Aeropuerto, por lo que se fueron y yo volvía cada tres meses a ver a mis hijos».

Al trabajar en el Aeropuerto, los viajes de Lucas tenían un costo muy barato, prácticamente gratuitos. Pero en el último viaje, allá por 2012, decidió no volver a España, porque si lo hacía ya no podría regresar a Argentina, debido a que los pasajes ya no serían sin costo. De forma casi obligatoria, el protagonista de esta historia retornó a sus tierras.

En principio, el destino fue Buenos Aires, donde vivían sus padres. Encontró un trabajo y se quedó durante dos meses. Pero luego de este tiempo, se trasladó a General Villegas gracias a su primo. «Estaba buscando trabajo donde sea. Mi primo se desempeñaba en un supermercado de Villegas, donde buscaban gente. Pasé, dejé el currículum y al final, me contrataron. Cuando me llamaron, estaba en Buenos Aires», afirmó.

Viaje definitivo y reincidente a Europa

Luego de seis años en General Villegas, tomó la decisión de regresar a España por un gusto personal y buscando revancha. En esta oportunidad, viajó junto a su pareja actual y su hija, de 24 años. Su hijo se quedó estudiando, en el último tramo de la carrera de Ingeniería Civil.

El protagonista explicó uno de los motivos por lo cual retornó a suelo español: «Me encanta que todo está cerca. Todo es muy lindo. Hay facilidad de ir a varios países con poca plata. Se consiguen ofertas de vuelos muy baratas. No me la paso iajando, pero conozco muchos lugares», expresó.

Además, opinó sobre cómo vive esta segunda vuelta en España y la comparó con la primera: «Me encontré con lo mismo. Volví a trabajar en el Aeropuerto de Valencia. Tuve los mismos compañeros, de hecho. Me recibieron muy bien. Estoy contento, porque hay muy buen ambiente en mi trabajo».

De forma reciente Valencia, la ciudad en la que Lucas vive, se encuentra transitando momentos muy complejos debido a las inundaciones y conflictos climáticos. «Es terrible todo lo que se vivió y aún vive. Es complicado. Es una tragedia impresionante. Me tocó de cerca por mi hija, que vive en el foco de las inundaciones. El agua pasó a dos cuadras de mi casa. No es la primera vez que pasa», contó.

Vida laboral

En la vida laboral, Lucas ingresó a una empresa de Informática y estuvo seis meses, hasta que nació su hija. Allí se cambió a una compañía de limpieza, donde lavaba vidrios. Después, trabajó en un matadero de pollos. El actual trabajo, retomado desde su primer ciclo en España, es brindar servicios a las aerolíneas dentro del Aeropuerto Nacional de Valencia, tanto en aviones de carga como de pasajeros.

«Debía buscarme la vida como sea. Salía de una oficina y me daba vergüenza. Pero fui con prejuicios. Después, empecé a trabajar por mi cuenta y era diferente. Parece una tontería, pero fue un choque para mí. Con un poco de dinero, nos pudimos comprar un departamento. Con ello, afirmamos que teníamos nuestro granito de arena. Ahí cambió un poco el panorama», expresó.

Proceso de adaptación

«A pesar de que la cultura española es muy parecida a la argentina, cuesta aceptarla y es complicado», comentó. La parte más difícil de adaptarse para Lucas, aún en la actualidad y con muchos años en el país, es lo social. En el transcurso, se separó y su hija volvió a Argentina, en 2010.

«Estamos acostumbrados a acercarnos mucho a la gente. Acá, es completamente diferente. Muchas veces, lleva a sentirte un poco solo. Hay otras cosas. Conozco y soy amigo de gente, pero ni siquiera sé donde viven. Es extraño. A mi hija también le costó mucho esta cuestión», contó.

El protagonista contó, por otra parte, que en España se acepta muy bien a los argentinos, ya que predomina la hermandad entre ambos países. «Hay buena onda. No viví ningún caso de discriminación o algo por el estilo. He escuchado, pero a mí no me pasó. Creo que hay que ser abierto», reveló.

Sacando los afectos familiares, al principio se le hizo cuesta arriba la adaptación gastronómica y contó que extrañaba la comida típica argentina. Pero al acostumbrarse a la diversidad de alimentos valencianos, esta cuestión pasó a un segundo plano. Sin embargo, confesó que siempre extraña las amistades y las risas espontáneas con seres queridos.

Planes para el futuro

Lucas manifestó que se siente muy cómodo y a gusto en suelo español, por lo que ha echado raíces allí. «A mis hijos les expliqué que ya disfruté con ellos. Ahora me toca a mí. Ellos pueden venir acá. Pero estoy muy contento en España. Pienso en seguir acá, trabajando y con una vida tranquila. Quiero viajar cuando pueda», dijo.

No descartó la posibilidad de regresar a Argentina, pero por ahora solamente de vacaciones. Por el momento, no volvería de forma definitiva, hasta que se jubile. Aunque retornará a sus tierras, de visita, probablemente en febrero de 2025 para los carnavales villeguenses.

Conclusión

Mirando el camino recorrido hacia atrás, Lucas reflexionó: «Al final, lo más importante es la gente que uno conoce. Hay buenas personas que están en los momentos difíciles para apoyarme. Las personas valoro mucho, y la tranquilidad. Para mí, en estpe momento, es lo más importante. Cometí muchos errores, pero terminan siendo aprendizajes. Si uno se estanca, no puede seguir adelante. Hay cosas que hubiera cambiado, pero prefiero mirar para adelante. Ya tuve mi propia experiencia».

En el corazón de España vive Lucas Vega, un argentino nacido en Buenos Aires que ha encontrado su hogar en tierras ibéricas, aunque su alma siempre lo conecta con General Villegas. Este es un claro ejemplo de cómo la perseverancia y el amor por la familia pueden superar cualquier obstáculo.

El proceso no ha sido un camino de rosas. Su historia es un testimonio de que, aunque la vida en el extranjero puede presentar desafíos, es fundamental tener un propósito claro y luchar por él. Nada cae del cielo ni sucede por arte de magia. Con una mentalidad resiliente, Lucas se enfrenta a los retos de la vida diaria en España, siempre con la mirada puesta en el horizonte.

Su camino no es para aquellos que buscan una vida fácil, sino para quienes entienden que la verdadera felicidad se encuentra en la construcción, en la lucha constante y en el amor por la familia. Su historia es un recordatorio de que, aunque la vida esté llena de desafíos, la pasión y el amor son las herramientas más poderosas para construir un futuro lleno de posibilidades.