Viajó a Las Vegas, Estados Unidos, para competir en un certamen internacional donde alcanzó la instancia final, adonde llegó luego de convertirse en el campeón de Latinoamérica
Joaquín Courreges es villeguense y trabaja como Ingeniero Industrial. Cuando se mudó a Buenos Aires, donde se desempeña en una empresa, comenzó a indagar sobre el mundo del Excel, un programa que permite editar hojas de cálculo desarrolladas por Microsoft para Windows, macOS, Android y iOS.
Incluso, se consagró campeón latinoamericano, lo cual le dio acceso a participar del certamen a nivel mundial, desarrollado hace algunos días en Las Vegas, Estados Unidos. Junto a sus hermanos, Francisco y Eugenio, sumado a su compañero laboral que también clasificó, emprendieron vuelo.
El resultado fue más que positivo. La dupla argentina llegó a la instancia final de la competencia, donde se enfrentaron a 10 participantes en un escenario, con una computadora grande y una pantalla llena de luces. La modalidad que le brinda emotividad al certamen fue que, en la definición que duró media hora, cada 5 minutos hubo un eliminado.
«Quedé afuera en esos minutos donde se descarta a competidores. No logré mantenerme a flote. Me faltó esa parte de preparación, la cual se gana con experiencia. El año que viene apunto a estar compitiendo ahí. Quiero volver», dijo Joaquín en comunicación directa, desde Las Vegas, con ACTUALIDAD.
La final fue televisada y programada por YouTube, bajo el nombre de Microsoft Excel World Champions (MEWC), que alcanzó hasta 3 millones de visualizaciones en todo el mundo. La temática que le tocó a los argentinos fue un Excel rotado a 45°, lo que complicó las cosas. «Uno nunca sabe con qué se va a encontrar. Hay una presión muy grande», sostuvo.
El origen de una pasión
Previo a vivir esta experiencia única e inolvidable, Joaquín contó el surgimiento de esta posibilidad: «La historia no es tan cercana. El período de clasificación comenzó en 2022. Junto con un compañero de trabajo nos enteramos que existía este tipo de certamen. Dijimos que íbamos a participar, pero en broma. El mundial estaba en pañales en ese momento. Hoy está bastante más competitivo. Desde aquel momento, apuntamos a llegar a las instancias superiores. Y, este año, pudimos clasificar».
En este sentido, confesó que empezó a indagar en el terreno del Excel cuando se instaló en Buenos Aires. «Entre los dos forjamos una pasión por las hojas de cálculo. Venimos practicando con exámenes hace tiempo. Pero en la empresa donde estamos, profundizamos sobre el aprendizaje. Hicimos muchos cursos. Es lo que nos gusta. Por eso nos metimos en este mundo de tantas posibilidades y herramientas», aclaró.
Y habló sobre la importancia de saber usar las hojas de cálculo: «Es un gran público el que lo utiliza. Brinda ventajas, en el día a día, para automatizarse a tareas rutinarias. Desde allí viene todo».
La inexperiencia
Joaquín mencionó que, para tener mayor prestigio a la hora de la competencia, dijo que tenía siete años de experiencia en el Excel, cuando en realidad no es así. «Quería tener la vara un poco más alta. Había personas que usan las hojas de cálculo hace más de 20 años», contó.
También reveló que, para subir la dificultad, los evaluadores buscan temáticas para cada participante: «Buscan sacarte de la zona de confort. En vez de tener cuadrículas, estaba en 45°. Uno lo tiene que resolver de forma rápida. Hay que tener una buena agilidad mental. Te puede gustar y fascinar, pero la competencia es otro tipo de resolución. Ya no tiene que ver con algo numérico. Se orienta a un juego para que gente de otros rubros puedan meterse en este mundial».
Diversidad de competidores
El villeguense aclaró que participaron personas que trabajaban en finanzas, lo más común de observar, pero también había competidores de otros tipos de áreas. Hubo gente de todas las edades, que permite un crecimiento de la competencia. El torneo se dividió en dos zonas: colegiales y profesionales.
Participaron competidores de todas partes del mundo. A nivel nacional, los únicos representantes fueron Joaquín y su compañero. «En 2022 no habíamos podido clasificar a Las Vegas, adonde espero que sigan apareciendo argentinos. De Sudamérica solo estuvimos nosotros y un chileno», explicó.
Joaquín viajó junto a su compañero de trabajo y de competencia, pero también lo acompañaron sus dos hermanos. «Francisco y Eugenio vinieron a apoyar y disfrutar de Estados Unidos. Luego, todos viajamos a Seattle para visitar las oficinas de Microsoft, en la zona norte del país», finalizó.
