El director de la Estación Experimental Agropecuaria General Villegas del INTA, Walter Miranda, visitó Radio ACTUALIDAD para hablar sobre la creciente preocupación en torno al posible cierre de sedes de este organismo técnico en distintos puntos del país, una situación que, según señaló, genera incertidumbre tanto a nivel institucional como entre los trabajadores.
La presencia de Miranda se dio tras la reciente sesión del Concejo Deliberante, donde se debatió un proyecto presentado por el bloque de Unión por la Patria, que expresaba preocupación por la situación actual del INTA. La iniciativa fue acompañada por Juntos y el interbloque UCR-PRO, pero no contó con el apoyo del bloque de La Libertad Avanza, lo que llamó la atención, especialmente considerando que uno de sus concejales, Agustín Bilotta, es también empleado del organismo.
“Fui con la expectativa de presenciar el debate, porque como máxima autoridad regional consideré que debía estar. Lo que rescato es que todos los espacios políticos destacaron el trabajo del INTA local, aunque después hubo matices y divisiones”, expresó Miranda. Y agregó: “Nosotros preferimos estar en los campos, en las jornadas técnicas, no en el centro del debate político”.
Consultado sobre su relación con los partidos políticos, Miranda fue enfático: “Yo no soy militante político, no pertenezco a ningún partido. En el INTA no se hace política partidaria. Se hace política pública agropecuaria, porque nuestra función es generar conocimiento que sirva como base para la toma de decisiones”.
El director también aclaró que las bajas registradas recientemente en la institución no se concentraron exclusivamente en Villegas. “Tuvimos entre nueve y diez bajas este año, por jubilación, renuncia o retiro voluntario. Eso afecta a toda la región que abarca nuestra estación experimental, que incluye 13 Partidos con cuatro agencias de extensión (Villegas, Lincoln, Pehuajó y Trenque Lauquen) y el campo experimental de La Belita”, explicó. “Pasamos de tener 58 personas al comenzar el año, a unas 48 actualmente. Es una baja considerable y no se han cubierto los cargos porque hay un congelamiento de vacantes en todo el Estado”.
Uno de los aspectos más delicados del debate nacional gira en torno a un proyecto de reforma rechazado por el Consejo Directivo del INTA, que incluía la venta de tierras y edificios, la reducción del personal y el cierre de todas las agencias de extensión.
“Ese consejo está compuesto por representantes del sector agropecuario -como la Sociedad Rural, Federación Agraria, Coninagro y CRA-, CREA, universidades y representantes del gobierno nacional. Está diseñado para que el Ejecutivo esté en minoría, lo que obliga al consenso. Es una gobernanza pensada para garantizar que el INTA esté al servicio del campo y no de un gobierno de turno”, detalló Miranda.
Respecto al rol clave de las agencias de extensión, el director fue claro: “Si nos cierran esas oficinas, perdemos territorialidad. Hoy la extensión es lo que permite que la tecnología generada en los ensayos llegue al productor. Hacemos jornadas, acompañamos con asesoramiento técnico, tenemos proyectos como ‘Crecer, Comunidades Rurales’ o los grupos de Cambio Rural. También trabajamos en turismo rural y acompañamos iniciativas de huertas comunitarias. Sin extensión, solo publicaríamos papers (trabajos de investigación o comunicación científica que se publican en revistas especializadas), y eso no llega al campo”.
Sobre la finalización del programa Pro Huerta, aclaró: “Ese programa no era del INTA, sino del ahora Ministerio de Capital Humano. El INTA lo ejecutaba porque tiene el conocimiento y la estructura territorial para llegar a los beneficiarios. La decisión de terminarlo fue del gobierno nacional”.
Finalmente, Miranda valoró el apoyo recibido por parte de diversos sectores. “Se manifestaron en favor del INTA no solo entidades del agro, sino también universidades, gobernadores e intendentes de diferentes municipio. Todo suma. Quizás una declaración del Concejo Deliberante no cambia la realidad inmediata, pero contribuye a visibilizar la importancia de preservar este organismo”.
El futuro del INTA permanece incierto, pero su director en General Villegas remarcó la necesidad de modernizar la institución sin desmantelarla: “Estamos dispuestos a discutir cambios, pero queremos formar parte de esa transformación. El INTA debe seguir siendo una herramienta pública, técnica y territorial al servicio del productor agropecuario argentino”.
