María Victoria Oviedo –o simplemente Vicky, como la conocen todos en Santa Regina– regresará en las próximas horas a la Argentina luego de protagonizar una gira inolvidable por Europa. La joven formó parte de una destacada delegación de danza que integró la compañía “La Marrupeña” de Santa Isabel, convocada por los hermanos Mackay para participar de un tour artístico por Portugal y España.
La experiencia, que se extendió desde el 14 de julio hasta los primeros días de agosto, incluyó presentaciones, intercambios culturales, nuevas amistades, desafíos personales y, sobre todo, muchas emociones. “Ha sido un sueño que jamás me imaginé”, expresó Vicky en diálogo con Diario Actualidad desde Madrid, donde finalizó la travesía.
Un cumpleaños entre culturas
Durante la gira, Vicky celebró su cumpleaños de una manera completamente atípica, rodeada de representantes de distintas nacionalidades. “Me cantaron el feliz cumpleaños en todos los idiomas. Compartimos comidas típicas, danzas y una fiesta sorpresa que organizaron los chicos del grupo. Fue la frutillita del postre”, contó emocionada.
La convivencia con personas de Bosnia, Polonia, España, Brasil y Andorra, sumada al desafío del idioma y las costumbres, representó una experiencia enriquecedora en todos los sentidos. “Nunca tomé tanta sopa en mi vida”, bromeó entre risas, recordando los hábitos alimenticios del viaje. También mencionó que extrañó mucho la carne vacuna y las ensaladas, y ya anticipó que la esperen con un buen asado cuando regrese a Santa Regina.
Una experiencia que marcó su vida
Vicky integra la agrupación folklórica Dos Fortines, pero fue invitada por los hermanos Mackay para formar parte de la gira junto a La Marrupeña. Junto a ella viajó otro joven del distrito, Juan Pablo Centeno, oriundo de Charlone, con quien baila desde hace siete años. Ambos se acoplaron al conjunto que ensayaba en Santa Isabel y terminaron de pulir la puesta en escena durante un ensayo general en Portugal.
La gira incluyó presentaciones en distintas localidades, entre ellas Santa Marta de Portezuelos. “Fuimos muy bien recibidos, el cariño del público fue impresionante. Terminábamos los shows y no podía parar de llorar. Lloré la vida y un poquito más”, confesó Vicky, visiblemente movilizada.
Desafíos, gratitud y nuevos horizontes
La emoción fue una constante durante todo el viaje. Vicky recordó cómo sus padres fueron clave para que pudiera vivir esta experiencia. “Les decía gracias todo el tiempo. Cuando Walter (Mackay) me propuso sumarme, no lo dudé. Nunca imaginé que iba a estar bailando en Europa”, comentó.
También destacó el crecimiento personal que le dejó la gira: “Es la primera vez que me voy sola tanto tiempo, y también la primera vez que viajé en avión. Todo fue nuevo, pero hermoso”. La adaptación al idioma, los horarios, las costumbres y la convivencia fueron parte del aprendizaje.
Regreso a casa con el corazón contento
El viaje concluyó oficialmente con la última presentación del grupo, pero Vicky y sus compañeros aprovecharon las horas libres en Madrid para conocer más lugares y disfrutar como turistas. “Nos pasaron tips para ver el atardecer, caminar por distintos puntos, y lo estoy aprovechando todo. No me quiero perder nada”, dijo.
El regreso está previsto para este martes 5 de agosto, con salida desde España a las 19.55 y llegada a suelo argentino en las primeras horas del miércoles. Se espera que alrededor del mediodía ya esté de vuelta en Santa Regina. “Tengo todos los sentimientos encontrados. Quiero llegar, pero también me quedaría un poco más”, concluyó.
Así, con el alma llena de vivencias y emociones, Vicky Oviedo cerrará una etapa inolvidable de su vida. Una joven que soñaba con bailar en Cosquín y terminó recorriendo Europa con su arte, demostrando que los sueños, con esfuerzo y decisión, también se cumplen.