La postergación obligada por el mal clima no logró frenar el entusiasmo: este domingo 14 de setiembre, a partir de las 11 de la mañana, el barrio Ciclón será escenario de una gran fiesta en homenaje a los más chicos. La jornada, que se había suspendido en agosto, promete ahora convertirse en un encuentro con juegos, campeonatos deportivos y música.
“Si Dios quiere tiramos la casa por la ventana en el barrio Ciclón”, expresó Darío Olaizola, uno de los principales impulsores de la celebración, en diálogo con Actualidad. El clima parece acompañar: las temperaturas rondarían los veinte grados y se espera un día soleado, ideal para compartir actividades al aire libre.
El fútbol, no competitivo, está dirigido especialmente a chicos de las categorías 2012, 2013, 2014, 2015 y 2016, aunque Olaizola aclaró que cualquier niño o adolescente que quiera participar será bienvenido. La propuesta incluye un campeonato y distintos juegos recreativos organizados con el apoyo de los Bomberos Voluntarios, que se sumarán con su habitual compromiso para garantizar una tarde distinta.
Además, habrá tres peloteros inflables, sorteos, cortes de pelo gratuitos a cargo de peluqueros solidarios, shows musicales y, por supuesto, la tradicional chocolatada con golosinas. “Nos están haciendo falta alfajores y turrones, así que quien quiera donar será más que bienvenido. La idea es que no falte nada para los chicos”, destacó Olaizola.
El encuentro tendrá lugar en la canchita de básquet del barrio, un espacio que ya se convirtió en punto de referencia para este tipo de celebraciones.
Un trabajo comunitario y solidario
La organización de la fiesta es posible gracias a la colaboración de vecinos, instituciones locales, comercios y el acompañamiento del municipio. Desde la preparación de pizzas que estarán a cargo del hermano de Olaizola hasta la donación de gaseosas por parte de un comercio barrial, la jornada se construye colectivamente con aportes grandes y pequeños.
“El municipio siempre me deja la canchita en condiciones, marca el campo, pone la red y presta pelotas para que los chicos jueguen. También habrá sorteo de pelotas. Sin ese apoyo y sin la colaboración de la gente sería imposible llevar adelante algo así”, explicó.
El espíritu comunitario es central en esta propuesta. Según contó Olaizola, muchos de los adultos que hoy ayudan a organizar la jornada son vecinos que en su niñez participaron de estas mismas actividades. “Muchos chicos que ya son grandes me motivaron a seguir haciéndolo, porque ellos vivieron estos festejos y saben lo que significa”, recordó.
Una tradición que se renueva cada año
El festejo del Día del Niño en el barrio Ciclón tiene una larga historia. Aunque Olaizola no recuerda con precisión cuántos años se viene organizando, asegura que son muchos. Lo cierto es que se transformó en una tradición esperada por los vecinos y especialmente por los más chicos, que encuentran allí un espacio de diversión y encuentro.
En esta edición, además de los juegos y el deporte, habrá espectáculos musicales con cantantes locales que se sumarán de manera desinteresada. Y se invita a toda la comunidad a pasar la jornada en un clima de amistad y celebración.
“Queremos que sea una linda fiesta, terminar el año con esta actividad pensando ya en el 2026, y que todos los chicos puedan disfrutar. Lo más importante es que pasen un buen momento”, subrayó Olaizola.
La invitación está hecha
La convocatoria es abierta no solo para los niños del barrio Ciclón, sino también para toda la comunidad de General Villegas. Quienes deseen colaborar podrán hacerlo acercando donaciones de golosinas o sumándose con actividades y espectáculos.
“Todos los que quieran participar son bienvenidos. El único objetivo es que los chicos la pasen bien. Vamos a estar hasta que baje el sol, con juegos, fútbol, música, chocolate, pizza y gaseosas. Agradezco a cada vecino, institución y comercio que aporta su granito de arena para que esta fiesta sea posible”, remarcó Olaizola.
La cita es este domingo 14 de setiembre, desde las 11 horas, en el playón de básquet del barrio Ciclón. Una oportunidad para que las familias se reúnan, los niños jueguen y la comunidad se fortalezca en torno a la alegría compartida.
