La presidente del Concejo Deliberante de General Villegas, Claudia Esain, atraviesa sus últimos meses en el cargo y ya se proyecta hacia una etapa política distinta. El 10 de diciembre finalizará su mandato, que también marcará el cierre de un ciclo en el que el radicalismo quedará sin representación dentro del órgano legislativo local.
En diálogo con Actualidad, Esain hizo un repaso de su gestión, analizó los errores del radicalismo para las elecciones legislativas 2025 y aseguró que el desafío inmediato es reorganizar el partido desde las bases, con una fuerte autocrítica.
Consultada sobre su experiencia al frente del Concejo, Esain señaló que la tarea fue enriquecedora, aunque no estuvo exenta de tensiones. “La verdad que fue una función desafiante, porque no estaba en mis expectativas iniciales. Por momentos se complicaba el diálogo, pero en general logramos buena comunicación con la mayoría de los concejales”, explicó.
Uno de los episodios de mayor fricción estuvo vinculado con el intento de permuta de terrenos, en particular la propuesta de intercambiar el predio de la ex pista de motocross por la Quinta de Pedrini. “En ese tema mantuvimos una postura firme junto a varios concejales, porque considerábamos que no era correcto avanzar en esas condiciones”, recordó.
Más allá de los debates, Esain valoró el rol del Concejo en el control de la gestión municipal. “El control es fundamental. Este año el Tribunal de Cuentas elevó un informe de 168 páginas, cuando antes no superaba las 40. Eso demuestra que las observaciones del Concejo no eran caprichosas, sino necesarias”.
El radicalismo, sin banca en Villegas
El panorama político que se abre tras las elecciones legislativas de 2025 es inédito: por primera vez desde el retorno de la democracia, la Unión Cívica Radical no tendrá concejales en General Villegas.
“Es muy difícil de aceptar. El radicalismo fue el partido que enarboló la recuperación de la democracia con Raúl Alfonsín, y hoy quedamos sin representación. Eso duele”, expresó Esain.
Para la dirigente, las causas de este retroceso se encuentran en decisiones desacertadas de la dirigencia. “Hubo tres o cuatro personas que priorizaron intereses propios antes que los del partido. No se respetó la voluntad de las bases y ni siquiera hubo una convención para discutirlo. El resultado está a la vista: una pésima elección a nivel local y provincial”.
Autocrítica y reorganización
Esain también asumió responsabilidades. “No podemos echarle toda la culpa a unos pocos. Los afiliados dejamos hacer, muchas veces por ser orgánicos y respetar las decisiones, aunque no estuviéramos de acuerdo. Eso nos llevó a quedarnos inactivos y ver cómo se desarmaban los valores del radicalismo. Es la gran autocrítica que hago”.
De cara al futuro, remarcó la necesidad de un trabajo de reconstrucción. “Hay que empezar casi de cero, con reuniones pequeñas, de tres, cuatro o cinco personas, cara a cara, llamando a los de siempre y también a los más jóvenes. Es el único camino para volver a tener un radicalismo fuerte”.
En ese proceso, adelantó que ya comenzaron los contactos con otros distritos de la Cuarta Sección Electoral para impulsar encuentros regionales y luego avanzar en el debate provincial.
El vínculo con Gilberto Alegre
Uno de los momentos más tensos para la militancia radical local fue la presencia del intendente Gilberto Alegre en el Comité de la UCR, en el marco de la campaña electoral, teniendo en cuenta que la lista local de Somos Buenos Aires iba por el oficialismo, con la radical Laura Sotelo entre sus candidatos.
Esain no ocultó su malestar: “Para muchos radicales fue durísimo ver a Alegre en nuestro salón, con el micrófono, como si fuera el representante del espacio. Eso generó un rechazo enorme. Claramente los votos del radicalismo no acompañaron esa decisión y se fueron hacia otros espacios”.
Un futuro ligado a la militancia
Aunque su mandato termina en diciembre, Esain aseguró que no piensa alejarse de la política. “Radical se nace, no se cambia. Mi compromiso es seguir militando, sin aspiraciones de cargos, pero acompañando a los jóvenes y sosteniendo el trabajo desde la experiencia. No está muerto quien pelea, y nosotros vamos a seguir buscando la manera de hacernos escuchar”.
El desafío que viene
El nuevo Concejo Deliberante que asumirá en diciembre será completamente renovado, con la particularidad de que ingresarán ocho concejales sin experiencia previa. Para Esain, ese escenario será “desafiante pero positivo”, ya que permitirá la llegada de nuevas voces y miradas.
En lo personal, su horizonte inmediato está claro: “El desafío es reorganizar el radicalismo. Tenemos que volver a explicar de qué se trata, cuáles son nuestros valores, y recuperar la confianza de la gente. Ese es el objetivo, más allá de los cargos. Lo importante es que el radicalismo siga siendo parte activa de la democracia de General Villegas”.