La llegada de la estación de las flores acarrea las alergias respiratorias. También circulan algunos virus, por lo que es necesario conocer los síntomas de cada cuadro.
Llega la primavera y con ella, muchas personas sufren los efectos de la alergia al polen de las plantas que florecen en la estación cálida. Estornudos, picazón de mucosas, conjuntivitis alérgica y, en algunos casos, inflamación bronquial y cuadros de asma son los síntomas de la reacción inmunitaria a estos factores externos, que se conjugan con la contaminación ambiental.
En tanto, el final del invierno no indica que dejen circular los virus estacionales como la influenza (gripe) o el sincicial respiratorio (bronquiolitis en bebés e infecciones en mayores de 60 años), por lo que hay que prestar atención a algunos síntomas para diferenciar una alergia de una infección.
De acuerdo al último Boletín Epidemiológico publicado por el ministerio de Salud bonaerense, entre mediados de agosto (semana epidemiológica 34) y principios de septiembre (SE 37) se registró «un amesetamiento» de las internaciones por infecciones respiratorias agudas, que venían en descenso desde mediados de julio (SE 29). Además, en cuanto a la circulación viral, en septiembre hubo una «disminución notable» en las detecciones de virus sincicial respiratorio (VSR) y un ligero aumento de detecciones de SARSCoV-2 (causante de Covid-19) y metaneumovirus.
¿Cómo se puede diferenciar un cuadro alérgico de un resfrío por metaneumovirus o de una infección respiratoria como la Covid-19, la gripe o una neumonía? Hay algunos signos que hay que tener en cuenta, como la apariencia de la mucosidad y el malestar general que provocan, principalmente, los virus y bacterias. Además, el coronavirus acarrea otros síntomas específicos, como molestias en la garganta.
Metaneumovirus
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el metaneumovirus humano es uno de los virus causantes del resfriado común, una infección de las vías respiratorias altas. Aunque generalmente provoca síntomas leves, en algunos casos en los que haya enfermedades crónicas de base, puede causar cuadros más graves.
Este virus pertenece a la familia Pneumoviridae, al igual que el virus respiratorio sincicial, y se transmite por el aire, a través de partículas respiratorias infecciosas (gotículas) emitidas por una persona enferma al toser y estornudar. Es decir, se puede contraer el virus al estar cerca de una persona enferma o compartir con ella un espacio cerrado. Además, el virus puede entrar en el organismo si se tocan superficies contaminadas, como pomos o tiradores de puertas, y después se llevan las manos a los ojos, la nariz o la boca.
El metaneumovirus humano causa resfriados con fuerte congestión nasal, puede presentar febrícula (fiebre baja), cansancio corporal y una mucosidad clara o amarillenta, con consistencia. Es fundamental no tomar antibióticos ni automedicarse, ya que las infecciones virales requieren más que nada tiempo para bajar su intensidad.
Las alergias
Un cuadro alérgico produce congestión nasal y estornudos durante más tiempo que una infección viral (más de 10 días) y no levanta fiebre. Además, la mucosidad de estos eventos es transparente y acuosa, indicador clave de que no se está cursando una infección.
La alergia a la floración, más conocida como alergia al polen, es una reacción del sistema inmunitario al polen que las plantas liberan durante la floración para reproducirse. Los síntomas comunes incluyen rinitis alérgica (congestión y picor nasal, estornudos), conjuntivitis alérgica (picor y lagrimeo ocular) y, en algunos casos, asma.
Covid -19
La infección por el coronavirus SARS-CoV-2, la Covid-19, se contagia de la misma manera que el metaneumovirus y los demás virus respiratorios. Las variantes que circulan este 2025, Frankenstein, Stratus y Nimbus, tiene algunos síntomas específicos que lo diferencian de una gripe. Además de fiebre, dolor corporal, tos seca y malestar general, el coronavirus provoca fuertes dolores de garganta, ronquera y hasta pérdida de la voz. Además, puede causar falta de olfato y gusto, ya que las variantes actuales son subvariantes de la Omicron.
Uno de cada cinco adultos padece alergias en Argentina, por lo que es necesario conocer si se tiene esta condición. Existen marcadores detectables a través de análisis de sangre, que permiten el diagnóstico.
Todos los cuadros virales requieren reposo, buena hidratación, higiene personal y ventilación de ambientes. No se deben administrar antibióticos y, en caso de empeorar, se recomienda la consulta a especialistas en vías respiratorias altas o bajas, como otorrinolaringólogos o neumonólogos. (DIB)