El arquero, la gran figura de Santa Rita en la definición por penales con Juventud, analizó la victoria del Lobo y destacó el carácter del equipo.
Santa Rita avanzó a la gran final del Torneo Reducido después de una de las semifinales más emotivas de los últimos años. En un partido que se jugó con la intensidad de una final, el Lobo empató 1 a 1 agónicamente ante Juventud Unida y se impuso 7 a 6 en los penales, con dos atajadas determinantes de Martín Morillo. El arquero, héroe de la clasificación, habló tras el partido y dejó claro que la identidad del equipo fue clave para seguir en carrera.
«Las emociones venían a mil», confesó Morillo en su charla con el equipo de OVACIÓN. «Sabíamos que era un partido duro, contra un equipo que a Santa Rita le ha ganado varios mano a mano en los últimos años, pero supimos sacarlo adelante en la última jugada. No quedaba otra, había que ir para adelante», explicó.
El análisis del arquero coincide con lo que dejó el trámite del encuentro: un Santa Rita impreciso, exigido por la presión alta de Juventud durante los 90 minutos, pero siempre competitivo y jamás resignado. Hubo una atajada clave de Morillo ante Kevin Leguizamón cuando el partido estaba 0-1, una acción que mantuvo con vida al elenco piedritense. Luego, en tiempo adicionado, apareció Martín Schpether como un nueve de área para empatar una semifinal que parecía perdida.
Sobre la tanda desde los doce pasos, Morillo fue sincero: «Los penales son suerte. El arquero tiene poco para perder. Tuve un espía afuera que me fue guiando y se lo agradezco mucho», dijo entre risas, sin revelar la identidad del colaborador. En uno de los remates, el arquero se quedó plantado en el medio y detuvo el disparo con firmeza, una intervención que terminó siendo determinante en la serie.
Con la clasificación asegurada, Morillo piensa en lo que viene. Santa Rita atraviesa un calendario cargado, con partidos del Regional Amateur y la final del Reducido a la vuelta de la esquina. «Es paso a paso. Ahora es el miércoles con Huracán y después veremos el domingo la final. Santa Rita te obliga a pelear siempre. Es un club grande», remarcó.
Antes de despedirse, el arquero mandó sus saludos: «A Fede Briz, a mi familia, a mi novia que lo vio por streaming y a toda la gente de Santa Rita que siempre estuvo hasta el último minuto. Esto va para más y vamos a ir para adelante, como Santa Rita sabe», concluyó.
El Lobo ya se prepara para enfrentar a Ingeniero en otra final decisiva. Si algo dejó claro Morillo, es que Santa Rita jamás está vencido antes del último minuto. El domingo buscará demostrarlo una vez más.
