El púgil villeguense derrotó con autoridad a Enzo Cancino en el Salón de los Deportes y celebró un regreso esperado después de seis meses sin pelear. Nuevo equipo, nueva confianza y un objetivo claro: pelear por un título y volver a subirse al ring en su ciudad.
Braian Farías necesitaba una noche así. Después de seis meses de entrenamientos sin poder concretar una pelea, el boxeador villeguense volvió al ring en Bahía Blanca y se reencontró consigo mismo. En el Salón de los Deportes, venció con claridad a Enzo Cancino, lo tiró en el segundo round y recuperó sensaciones que, según admite, venía extrañando. «Volví a boxear como a mí me gusta», resumió, todavía con la emoción a flor de piel.
El triunfo marcó también el inicio de una nueva etapa. Tras la derrota con José Agüero por el título sudamericano, Farías decidió cambiar el rumbo de su carrera: dejó el equipo Único Box y se sumó a Master Box, en Bahía Blanca, trabajando en conjunto con la promotora Sueño Dorado. «Fue un comienzo nuevo, con incertidumbre, pero me sentí muy cómodo. Boxeé suelto, fresco, siendo yo», explicó.
El cambio no fue solo deportivo. También implicó una autocrítica profunda. Farías reconoció que, en su caída ante Agüero, no logró soltarse ni imponer su estilo. «Nunca me favoreció la estrategia que seguí. Cuando vi la pelea, entendí que tenía que dar un paso al costado y volver a empezar. Fue difícil, pero era lo correcto», aseguró. Hoy, afirma haber recuperado confianza, ritmo y claridad en su boxeo.
El sábado en Bahía Blanca lo encontró renovado. Aunque comenzó nervioso, terminó dominando con autoridad. «La gente me hizo sentir muy local. Estaban esperando mi vuelta. Yo también tenía ese gusto amargo de la pelea anterior. Ahora volví a ser el verdadero Moján», dijo, haciendo referencia a su apodo y al estilo agresivo y frontal que siempre lo caracterizó.
Su presente coincide con un momento auspicioso en el ranking: actualmente figura noveno a nivel nacional, lo que abre la puerta a pedir oportunidades importantes. «Mi objetivo sigue siendo ser campeón argentino. Estoy entrenando para eso, para que llegue un título sudamericano o argentino. Me siento listo», afirmó.
En ese camino, hay un deseo que late fuerte: volver a pelear en General Villegas. «Estamos tratando de cerrar el año allá. Si no es en diciembre, será en febrero. Para mí pelear en mi ciudad es algo especial. Mi equipo también lo entiende. Ojalá se dé, y si es por un título, mucho mejor», sostuvo.
El regreso dejó otra certeza: el apoyo popular sigue intacto. Farías lo sintió antes, durante y después de la pelea. «La gente se hizo sentir. Mucha gente estaba esperando que vuelva. Mi familia se la jugó y vino hasta Bahía Blanca para verme. A todos ellos les agradezco de corazón», expresó.
Con un nuevo equipo, una victoria categórica y la mente fija en grandes metas, Braian Farías atraviesa un renacer deportivo. Moján volvió a ponerse en marcha y, según promete el propio boxeador, lo que viene puede ser grande. «Espero verlos en diciembre o en febrero en Villegas», cerró, avisando que la próxima función podría tener aroma a localía y sueño cumplido.

