Más de 200 socios, ex jugadores, dirigentes e hinchas colmaron la sede social para una velada cargada de recuerdos. El club distinguió a los campeones de 1975 y 2000, además de reconocer a referentes que marcaron una época.
Atlético Villegas vivió una de esas noches que quedan grabadas para siempre. El pasado sábado, en su sede social de calle Moreno, el club llevó adelante un «reencuentro académico», una cena-homenaje que reunió a más de 200 personas entre socios, dirigentes, ex jugadores, jugadores actuales e hinchas que se acercaron para celebrar la identidad y la historia de la institución.
La velada, marcada por la nostalgia y los reencuentros, contó con cena, sorteos, shows y un clima que hizo brotar anécdotas, abrazos y recuerdos de distintas generaciones. El momento más emotivo llegó con los reconocimientos: el club entregó medallas alusivas al plantel campeón de 1975, en el marco de su 50° aniversario, y también a los campeones del año 2000, que cumplieron 25 años de aquella consagración.
El equipo del ’75, dirigido por Héctor Ochoa –hoy fallecido–, fue el encargado de cortar una sequía de 16 años sin títulos para La Academia, y no solo eso: mantuvo la corona en 1976 y 1977, concretando un histórico tricampeonato en la Liga de Fútbol de General Villegas.
Por su parte, el plantel del 2000, bajo la conducción técnica de Hugo Déboli, también rompió una racha importante: trece años sin un campeonato anual (el último había sido en 1987). Aquella campaña, recordada por los hinchas como una de las más épicas, tuvo un condimento especial: la final se jugó contra Eclipse, el clásico rival. Atlético cayó por 3 a 1 en la ida como local, luego ganó 1 a 0 en Barrio Parque (en ese entonces no corría la diferencia de gol) y definió todo en un tercer encuentro, en cancha de Sportivo (sede neutral), donde La Academia se impuso por un contundente 4 a 1.
Además de los planteles campeones, se entregaron distinciones a ex dirigentes y ex jugadores de larga trayectoria, figuras que dejaron una marca profunda en la vida institucional del club.
Con la sede repleta y un fuerte sentido de pertenencia flotando en el ambiente, el reencuentro académico se transformó en una auténtica celebración de la memoria colectiva de Atlético Villegas. Una noche para agradecer, recordar y volver a sentir que los colores albicelestes siguen uniendo generaciones.

