La llegada del calor y la proximidad del verano impulsan a muchas familias a comenzar a proyectar sus vacaciones. En ese contexto, desde Herencia Viajera compartieron una propuesta que combinó dos destinos clásicos y altamente buscados por los viajeros argentinos: Río de Janeiro y Arraial do Cabo, un recorrido pensado para disfrutar playa, cultura, gastronomía y paisajes inolvidables.
“Viajando uno es más feliz y aprende, conoce, se deja asombrar”, expresó Romina Domínguez, responsable de Herencia Viajera, al presentar el itinerario que tantas veces fue soñado por quienes desean un verano distinto. Señaló que Brasil continúa siendo una alternativa muy elegida, no solo por su cercanía, sino por la calidez de sus aguas, la variedad de playas y la diversidad cultural que caracteriza al país vecino.
La propuesta incluye una semana entre Río de Janeiro y Arraial do Cabo, dos destinos muy próximos entre sí pero con identidades diferentes. “Río es una gran ciudad, muy multicultural, llena de música, de jóvenes y de ofertas diversas. Arraial es un lugar mucho más tranquilo, con playas paradisíacas para relajarse”, describió.
Domínguez destacó que el viaje recomendado era en avión, con vuelos directos entre Buenos Aires y Río de Janeiro en un trayecto de apenas tres horas y media. Una vez en la ciudad, las dos zonas más sugeridas para alojarse son Copacabana e Ipanema, ambas junto a la playa y a solo 35 o 40 minutos del aeropuerto mediante un transfer gestionado por la agencia.
El primer día, según detalló la responsable de Herencia Viajera, lo ideal es descansar y caminar por la arena, donde el movimiento carioca envuelve a los visitantes: vendedores de queso asado, jugos naturales, coco fresco, música, fútbol, familias y turistas de todas partes del mundo. “La playa es el corazón social de Río. Todo pasa ahí”, afirmó.
Para el segundo día, la recomendación es recorrer la zona histórica: el barrio de Santa Teresa, las calles empedradas, iglesias antiguas, el Teatro Municipal —inspirado en la Ópera de París— y la célebre confitería Colombo, fundada en 1894, con su estilo europeo de vitrales, columnas y mármoles. También mencionó el atractivo del tradicional tranvía amarillo que trepa por las laderas del barrio bohemio.
Entre los infaltables figura el paseo al Pan de Azúcar, con su imponente teleférico y vistas panorámicas de la bahía de Guanabara y las playas. A esto se suma el ascenso al Cristo Redentor, una excursión incluida en la propuesta. “Es una parada obligada. Todos queremos llevarnos la foto frente al Cristo porque simboliza haber estado en Río”, comentó Domínguez.
Como alternativa cultural, señaló que también es posible visitar alguna comunidad como Vidigal o Rocinha, siempre mediante excursiones oficiales y con guías locales. “Es una manera de conocer la cultura real, la música, el arte y las historias que conviven más allá de los circuitos turísticos”, explicó.
Arraial do Cabo: aguas turquesas y tranquilidad
Tras conocer Río, el itinerario continúa hacia Arraial do Cabo, a unos 150 kilómetros. El traslado, de aproximadamente dos horas y media, permite ver cómo el paisaje urbano queda atrás para dar lugar a un entorno más sereno. “Arraial no es un destino lujoso. Es un pueblo sencillo, muy tranquilo, como esos pueblos de pescadores al lado del mar”, describió Domínguez.
Entre sus playas más destacadas mencionó Praia do Forno, una bahía de aguas turquesas a la que solo se accede caminando unos 15 minutos a través de un morro. El lugar es ideal para snorkel, buceo y descanso en un entorno natural de postal caribeña. También anticipó que la propuesta incluye el tradicional paseo en barco para visitar distintos puntos costeros, entre ellos la famosa Gruta Azul, uno de los atractivos más fotografiados de la región.
La gastronomía local, basada en pescados frescos y preparaciones simples, completa una experiencia pensada para desconectar del ritmo intenso de la ciudad.
Duración, clima y financiación disponible
El paquete sugerido tiene una duración de una semana, tiempo suficiente para recorrer ambos destinos sin prisas. La opción puede ser modificada según las necesidades de cada pasajero, pero la estructura general está pensada para un equilibrio perfecto entre aventura, excursiones y descanso.
En cuanto al clima, Domínguez explicó que Brasil mantiene temperaturas agradables durante la mayor parte del año. Señaló que la temporada más recomendada es de octubre a marzo, aunque Río y Arraial ofrecen condiciones similares a la primavera argentina incluso entre abril y septiembre. “Brasil es un destino para viajar casi todo el año. Aunque la temperatura baje un poco, el agua sigue siendo cálida”, afirmó.
También confirmó que continúan vigentes las posibilidades de financiación: “La gente puede empezar a pagar ahora y viajar en enero, febrero o marzo. Eso les permite organizarse sin tener que afrontar el pago completo de una sola vez”.
La propuesta de Herencia Viajera despierta entusiasmo entre quienes buscan playa, carnaval, cultura y calor asegurado. Una combinación que, como dijo Domínguez, hace que muchos ya comiencen a soñar con preparar las valijas rumbo al país vecino. Para que deje de sueño, comunicate al 3388 538273.
