El Rotary Club General Villegas realizó su ceremonia anual de reconocimientos y uno de los momentos más emotivos de la noche fue la entrega del premio Servicio Distinguido al doctor Adrián Polito, médico de Banderaló, ampliamente querido en todo el distrito por su larga trayectoria y su compromiso con la salud pública y comunitaria.
Polito, que lleva décadas acompañando a generaciones de familias banderolenses, recibió el reconocimiento con emoción y humildad. “La verdad que con mucha alegría, disfrutándolo mucho y compartiéndolo fundamentalmente con la familia, con los colegas de General Villegas que tanto ayudaron a que uno pudiera continuar este camino, y a la comunidad de Banderaló. Yo creo que nadie construye nada solo”, expresó tras la ceremonia.
El médico destacó que este reconocimiento lo encuentra en un momento de balance personal. “A veces demasiado rápido pasan las cosas, las lindas y las feas. Pensando en estos días recordaba que hay una familia en Banderaló que yo asistí a seis generaciones… y me parece mentira. Claro, lo que pasa es que yo también voy a cumplir 70 años. Esa es la realidad. Uno se ve como si recién hubiera llegado, pero el tiempo pasa para todos”, reflexionó.
Una vida ligada a la medicina y al pueblo
Conocido por su cercanía con los pacientes y su participación activa en instituciones locales, Polito se convirtió con los años en una figura central de la vida comunitaria banderolense. Él mismo reconoce que el pueblo lo adoptó como propio: “Me han dejado participar en muchísimas cosas, desde lo escolar, el pequeño hogar, cooperadoras, clubes. Realmente me permitieron a mí y a mi familia integrarnos muy rápido en la comunidad. Ellos dicen que me deben mucho y yo les digo que a lo mejor sí, pero que yo les debo más a ellos”.
Aunque ya se jubiló del sistema municipal de salud, continúa atendiendo en un consultorio particular. “Otra cosa no sé hacer —dice entre risas—. Fijo un poco los horarios, los días de atención, y regulo un poco más el compromiso con la familia, los viajes personales, los nietos y las nietas”.
Respecto al retiro definitivo, el doctor es claro: no se imagina alejado de la profesión. “No me veo sin brindar asistencia. Pero la gente me lo va a decir. Siempre les digo a mis pacientes: el día que yo les conteste mal, que les ponga mala cara, que no me quiera levantar a la noche para ir a verlos, ese día díganme porque será la hora de poner un kiosco y dejar la medicina. Así que la gente me lo va a hacer saber”.
Un reconocimiento que sintetiza una vocación
El premio al Servicio Distinguido que otorga Rotary Club busca reconocer a quienes, desde su trabajo cotidiano, contribuyen al bienestar de la comunidad. En el caso de Polito, la distinción resume más de cuatro décadas de dedicación a la salud, pero también a la vida social, educativa y solidaria de Banderaló.
“Si tuviera que volver a elegir, elijo exactamente lo mismo. No lo cambiaría”, afirmó al final del diálogo con Actualidad, dejando claro que su vínculo con la medicina y con el pueblo que lo abrazó sigue intacto.

