La Escuela de Niños Pintores de La Fragua cerró un año intenso, con gran concurrencia, trabajo sostenido y numerosas actividades dentro y fuera del taller. Así lo expresó su directora, Gabriela Saadi, quien realizó un balance del ciclo 2025 destacando la participación creciente de niños, el vínculo con instituciones educativas y la continuidad de un método que mantiene viva la esencia del espacio cultural, ubicado en Belgrano y Castelli.
En diálogo con Actualidad, Saadi remarcó que el 2025 fue “un año súper activo”, con una demanda que volvió a superar la disponibilidad habitual de vacantes y obligó a sostener listas de espera, algo que ya se volvió una constante.
“Siempre tratamos de ubicar a todos los niños que esperan. Generalmente terminan accediendo al espacio y eso les permite volver a inscribirse el año siguiente”, sostuvo.
El taller volvió a recibir una notable cantidad de chicos de entre 3 y 13 años, quienes participaron de las clases gratuitas que se dictaron durante todo el ciclo lectivo, con materiales provistos íntegramente por la institución.
Un espacio que se abre a otras instituciones
Saadi destacó especialmente la articulación que La Fragua desarrolló durante el año con jardines, primarias e institutos terciarios.
“Le damos la posibilidad a diferentes instituciones educativas de acercarse, conocer el espacio y participar de una clase. Hacemos un intercambio y surgen muchas propuestas”, explicó.
Además, estudiantes de profesorados realizaron prácticas y proyectos vinculados al trabajo pedagógico del taller, lo que permitió ampliar el alcance del espacio y consolidarlo como referencia para las carreras docentes.
Arte, museos y experiencias formativas
Como cada año, la Escuela de Niños Pintores mantuvo su vínculo con el Museo Carlos Alonso. Junto a Ana Pontiggia, coordinaron visitas y actividades educativas en torno a las muestras expuestas.
Un hito del 2025 fue el trabajo realizado a partir de la artista Verónica Ryan. Los niños pintaron telas y luego las enterraron, replicando uno de los procedimientos característicos de la autora. Estas producciones formaron parte del recorrido anual del taller y fueron exhibidas posteriormente para que las familias pudieran conocerlas.
“Muchos papás no pudieron ir al museo, entonces quisimos que vieran ese proceso en la escuela. Fue una experiencia muy linda para los chicos”, describió Saadi.
Gratuidad y acceso: una marca registrada
La directora recordó que la inscripción para el ciclo 2026 abrirá la primera semana de marzo y que el taller continuará siendo íntegramente gratuito.
Los niños solo deben asistir con delantal; los materiales y recursos son provistos por La Fragua, lo que facilita el acceso de familias de todos los barrios.
“Es un espacio pensado para que cualquier niño pueda experimentar, jugar y aprender desde el arte, sin que eso implique un costo”, señaló Saadi.
Un año de reconocimientos y crecimiento
Además de las actividades locales, la Escuela de Niños Pintores volvió a participar en certámenes internacionales y recibió distinciones, una tradición que La Fragua sostiene desde hace décadas.
La institución celebró también la continuidad de su histórica muestra anual, que este año alcanzó su edición número 66 y que reúne un dibujo por cada niño que asistió durante el ciclo.
“Fue un año súper positivo, con mucha concurrencia y con proyectos que nos enriquecieron a todos”, resumió la directora.
La escuela permanecerá abierta durante diciembre para actividades institucionales, aunque las clases regulares finalizaron y los niños ya no asistirán hasta el próximo ciclo.

