El villeguense terminó segundo en una edición muy especial del Maratón de Los Barrios, que llevó el nombre de su padre Oscar. Con 44 años y más de cuatro décadas ligadas al atletismo, volvió a ser protagonista y dejó un mensaje cargado de gratitud y legado.
Para Osvaldo Barreto, la 26° edición del Maratón de Los Barrios fue mucho más que una carrera. Fue un recorrido atravesado por la emoción, los recuerdos y la vigencia deportiva, en una prueba que llevó el nombre de Oscar Barreto, su padre y uno de los grandes pioneros del atletismo villeguense. En ese contexto cargado de simbolismo, Osvaldo terminó segundo en la general, solo por detrás de Tomás Ullúa, y volvió a demostrar que sigue siendo protagonista pese al paso del tiempo.
“Estoy contento por Tomi Ullúa”, expresó Barreto apenas finalizada la competencia. Lejos de la frustración, sus palabras reflejaron orgullo y sentido de pertenencia. “De los diez años que ha corrido con nosotros, lo hemos guiado, lo hizo mi viejo y después seguimos un poquito más los otros. Ver hoy que lo que le enseñamos se refleja en esto, la verdad que me pone muy contento”, destacó, marcando el valor del legado y la formación.
Con 44 años recién cumplidos y 41 ligados al atletismo, Osvaldo sigue siendo referencia obligada en cada competencia que corre. “No hay mejor homenaje para mí papá que esto, el seguir corriendo y compitiendo en el trascurso de los años”, resumió, con la naturalidad de quien hizo del deporte una forma de vida.
La actuación en esta edición tuvo un condimento especial. Barreto ya había ganado el Maratón de Los Barrios en 2008, y este segundo puesto, en la carrera que homenajeó a su padre, tuvo un significado profundo. “Creo que es lo único que podemos demostrar ahora. Uno siempre quiere ganar, pero esto es lo que él nos enseñó, y se lo estamos devolviendo de vuelta”, explicó, visiblemente emocionado.
Más allá del resultado, Osvaldo puso el foco en el agradecimiento. A su padre, por haberle inculcado el amor por el atletismo; a su familia, por los sacrificios realizados; y al deporte en sí. “Este es el deporte más sano del mundo, y por todo lo que me ha dado, lo único que puedo hacer es devolverlo con lo que tengo: con cada carrera, con cada título”, afirmó.
El cierre también fue para el público, un componente inseparable del Maratón de Los Barrios. “Qué mejor que el aplauso de la gente de todos los barrios. Eso es lo que realmente se llevan lo mejor de todos nosotros”, señaló, valorando el acompañamiento constante del público a lo largo del circuito.
Osvaldo Barreto volvió a correr, volvió a competir y volvió a emocionar. En una carrera que llevó el nombre de su padre, el segundo puesto fue mucho más que un resultado: fue un homenaje en movimiento, cargado de historia, vigencia y gratitud.
