Roberto Mouzo -emblema, símbolo e ídolo de Boca- dialogó con OVACIÓN, anticipándose a la super final de la Libertadores 2018 que River y Boca disputarán mañana en el estadio del Real Madrid, en la capital española. Repudió los hechos de violencia que impidieron que la final de la Libertadores (nada más y nada menos que un superclásico) se juegue en Argentina.
Mouzo disputó 426 partidos con la primera de Boca y jugó un total de 29 clásicos. Desde 1971 y hasta 1984, Mouzo ganó 3 títulos nacionales y 3 internacionales (dos Libertadores en 1977 y 1978 y una Intercontinental en 1977).
«No me puedo quejar de lo que pude lograr. No cambio el fútbol que tuve la posibilidad de jugar y vivir por la plata o los intereses de ahora. Yo sí tuve la suerte de jugar al fútbol. Me tocó enfrentar delanteros difíciles de marcar, pero siempre estuve físicamente y mentalmente preparado para poder superarlos. Estoy tranquilo por lo que pude dejar en ese tiempo, creo haber dejado una buena imagen. Fue una alegría inmensa haber vivido lo que viví», comentó Mouzo.
El defensor debutó en la primera de Boca un 11 de noviembre de 1971, hace 47 años atrás.
En cuanto a la fallida final de la Libertadores que tuvo que mudarse al estadio Santiago Bernabéu, Mouzo se mostró avergonzado: «Hace un mes que venimos esperando que esto se juegue. La verdad que esto es una vergüenza. Que esto nos sirva como antecedente de que un Boca-River no se juegue más en la Argentina. Porque empieza a haber intereses creados y no me gustaría que, por la inseguridad, no se pueda jugar más», afirmó.
Mouzo, que fue elegido por el propio Diego Maradona como la figura del equipo campeón del 81, repudió los hechos de violencia ocurridos en la fallida final en la cancha de River. «La palabra amistad no tiene color», señaló. Valiosa enseñanza para un fútbol argentino y sudamericano que cada día nos duele más.