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jueves, diciembre 26, 2024
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Hablamos de carnaval con Christian Francucci

Todo estaba en marcha en horas de la tarde de ayer para que General Villegas tenga su noche de carnaval 2020. Era el día del debut de una fiesta popular que tendrá su esplendor cada sábado de febrero, incluyendo el último domingo del mes.

Son muchos los protagonistas que han ido pasando por el corso con muchos años de trayectoria en nuestra ciudad, tantos que no alcanza este segundo mes del año para hablar con cada uno de ellos como uno querría hacerlo.

Ayer el programa «Rompecabezas», en horas previas al carnaval, recordó una canción que Centro Murga Los Colifatos le escribió a Rafael «El Chato» Aguilar. Fue compuesta en el año ’98; y en el ’99 Coco Romero, maestro de los villeguenses murgueros, la incluyó en su CD «La sopa de Solís», presentado en Capital Federal.

Ahí estuvieron parte de Los Colifatos con «El Chato», en plena calle Corrientes, en pleno Buenos Aires, donde recibió un merecido homenaje que incluye un recitado -que también es parte de la canción- hecho por Jesús Pascual, un gran hacedor de la cultura, amante y apasionado de esta fiesta popular, que sigue siendo recordado por su huella.

Y entre anécdotas de las buenas, hubo una comunicación con Christian Francucci, incansable participante de los carnavales villeguenses. Un multifacético que también incursiona en la música y el teatro desde hace mucho tiempo.

«Entré por primera vez en el año ’82. Hacíamos la representación de toda una situación con una ambulancia, junto con amigos. Nos divertimos mucho, fue algo que despertó muchas risas, mientras la gente además iba descubriendo algunos trucos que hacíamos», recordó en un duplex (telecomunicación) que también iba saliendo al aire en su propio programa de radio.

«Entré con todo el mundo. Me falta solamente con Segato, que me encantaría, ya lo hago público para que lo sepa», dijo. Y no hay dudas de que lo va a cumplir, porque no hay nada que lo detenga cuando se trata de hacer cosas que le llenan el alma.

«Estuve con el Chato Aguilar y con Jesús Pascual en muchísimas ocasiones, una de ellas ‘Comando Payaso’. También en Los Colifatos en el año ’92», mencionó, sabiendo del recuerdo que «Rompecabezas» había compartido.

«Fui parte de comparsa Guanabara, con la que recorrí muchos lugares; estuve muchos años con Serón porque él bailaba en ‘Suena mi Ritmo’, que fue en la última batucada en la que estuve. Ahora ya hace dos años que no participo, aunque sí colaboro con la Comisión», continuó entusiasmado.

Y se detuvo un poco más en Guanabara, que perteneció a la familia Francucci. «Era una comunión bastante interesante. Son recuerdos de niñez. Toda la familia cosiendo, todos trabajando para la comparsa. Son recuerdos muy fuertes de chico», expresó.

Christian («El Narigón» como cercanos y conocidos lo llaman) asegura que el carnaval «es la fiesta más grande que tenemos en el pueblo; y hay que continuarla. Hay que mezclarse y participar. Es mucho sacrificio el llegar y cuando se llega el entrar, porque cuando eso pasa se viene con un bagaje de trabajo y cansancio. Esto tiene un goce particular, pero las personas que no participaron nunca -adentro o colaborando- no entienden el sacrificio que hace la gente por brindar el espectáculo que brinda; y el que hace la comisión para lograr el carnaval que tenemos, un carnaval que ha crecido».

Y en el medio de la charla hizo llegar su mensaje al celular de la radio (15457563) Darío Trecco, mientras iba viajando por el sur de Córdoba, pero escuchando ACTUALIDAD a la perfección. Darío recordó a «Miseria espantosa», entre los años ’82 y ’85. «Me pareció lo más original que hubo en un momento de crisis, como diciendo ‘hay que remar el corso’. Esa es una agrupación que debería volver, hay que hacer instrumentos reciclados. Toda esa creatividad es la que debería volver, porque sale todo muy caro», dijo entonces Christian.

En este sentido reconoció que implementarlo a veces cuesta «porque la gente llega ya a fin de año muy cansada. Son tiempos duros, pero por ahí este tipo de cosas no desgastan sino que alimentan el alma. Villegas es un pueblo muy ingenioso y laburador, se logran muchas cosas en todos los niveles. Hay que dejar las preocupaciones de lado y brindarle un espacio a la cultura, sacar lo que tenemos adentro y hacer cosas creativas», dijo.

Christian cerró la charla dejando «un abrazo y beso enorme no sólo al que participa entrando en el carnaval, sino a toda la gente que concurre y alimenta esta fiesta popular. Es un momento único en el pueblo, que todos esperan y van, para participar o para mirar».