Emilio Crusat es un arquero que surgió de las inferiores de Eclipse. Luego tuvo un paso por San Lorenzo (no llegó a debutar en primera) y posteriormente jugó en Chacarita Juniors, Cultural Leonesa (España), UD Altea (España), Atlético Paraná, Rivadavia de Lincoln, Ferro, Ferro de General Pico, Juventud Unida de Gualeguaychú, Gimnasia y Esgrima (CdU) y Desamparados de San Juan. En este último equipo es donde juega actualmente, o al menos hasta antes de que se destara la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Con 31 años está en su mejor momento: todavía es un arquero joven, pero al mismo tiempo tiene la madurez necesaria para conocer todos los secretos del puesto.
Con el equipo sanjuanino se encontraba jugando el Federal A hasta que el coronavirus obligó a suspender el fútbol.
«Esta temporada venía siendo irregular, una temporada rara. Y con esto de la pandemia terminó de serlo. Nos faltaban 8 fechas de la fase regular y después las fechas de play-off que estábamos tratando de meternos en esa lucha, más allá de que no estábamos en puestos de clasificación cuando se cortó. Lo que sabemos, por el momento, es que tenemos que entrenar desde casa. Todos tenemos contratos hasta el 30 de junio. Ahora estamos en comunicación con el preparador físico y en mi caso con el entrenador de arqueros», comentó Crusat en diálogo con OVACIÓN.
Y añadió: «Este parate me viene bien para recuperarme de una lesión. Va a pasar bastante tiempo hasta que podamos volver a jugar, así que voy a aprovechar para recuperarme y estar bien físicamente hasta que venga el próximo desafío».
Para finalizar, confesó que le gustaría terminar su carrera afuera y dijo estar enamorado de la profesión: «Quiero jugar hasta que el cuerpo me de», remarcó.