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domingo, diciembre 15, 2024
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Biografías Autorizadas: Noldys Zoé Elizondo, tan sanjuanina y maestra como Sarmiento

Noldys Zoé Roquelina Elizondo, nació el 16 de agosto de 1963, en Valle Fértil, provincia de San Juan; más precisamente en la localidad rural de “Los Bretes”. En el seno de un hogar compuesto por Don Eustaquio del Carmen Elizondo y Doña Filomena Zoé Burgoa, que tuvieron 10 hijos y como si esto fuera poco, adoptaron tres más.  Todos nacieron en la casa de campo, asistidos por una matrona; Doña Anastasia.

Era algo mágico ver cuando Zoé mandaba su notita avisándole que ya tenía sus dolores de parto. ¡Anastasia inmediatamente dejaba sus quehaceres y partía a su misión que por suerte estaba cerquita! Solo cruzar el  río. Era esa señora de silueta delgada, alta, vestida todo de negro con una voz suave y delicada.

Cursó sus estudios Primarios y Secundarios en su pueblo natal. Estudió, Profesora de Enseñanza Primaria en la Universidad Nacional de Catamarca. Al término de su carrera viajó a General Villegas  el 1º de enero de 1986 para visitar parte de su familia que se hallaba en este lugar; sus hermanas, hermano y  sobrinos. Todos Ellos fueron el motor para que Noldys,  recién recibida, emprendiera un nuevo camino para desempeñarse   en la docencia, en esta ciudad.

Su primer  Escuela fue la Nº 16 más conocida como; “la Escuela de Chapas”.  Éste fue el punto de partida que dio origen y marcó un camino sin interrupciones en su carrera docente. En los primeros años trabajó en distintos establecimientos  donde  sintió el abrazo de cada Comunidad Educativa, aceptando  el desafío para enfrentarse  con el día a día desde el compromiso  y la responsabilidad en la formación de niños y niñas que les garantizara  un futuro venturoso.

En el año 1990 comienza a trabajar en la Primaria Nº 39, conocida como “la escuela de La Catalina”. Allí  se desempeño como Directora con grados a cargo. Esta Institución Educativa encierra gran parte de su historia de Docente. Siendo rural, estaba poblada con alumnos que provenían de familias que trabajaban en los tambos o puestos.  Los alumnos llegaban a caballo, siempre con una cálida sonrisa a flor de piel, cada uno brillaba con su propia luz,  porque sin duda,  se trataba de niños humildes pero felices. Cada familia era el referente máximo en la vida de sus hijos. Considerando que en cada hogar se vivía su propia idiosincrasia, con valores muy bien fundados.

Allí se disfrutaba las diferentes culturas  según el lugar de procedencia de cada alumno; chicos de esta zona,  de otras provincias como también de otros países.

Ocurría algo muy lindo, siempre se vivía  un clima escolar maravilloso, un mundo muy exclusivo creado por la maestra y los alumnos. Cada niño o niña eran solidarios con sus compañeros y lo hacían desde su autoestima; condición suficiente para ser bellas personas.

En la escuela se vivieron diferentes etapas  muy  importantes  que contribuyeron al fortalecimiento, a la perseverancia para sobrellevar y  mantener viva la esperanza en la educación de los alumnos.  El edificio era  una construcción pre fabricada, con mucho deterioro y la ausencia de condiciones básicas para el desarrollo normal de una escuela. Esta razón fue la que instó a la construcción de un nuevo edificio como así también a la imposición del nombre; “Fuerza Aérea Argentina”.  A raíz de las inundaciones, cada año se recibían algunos alumnos nuevos  dado que como consecuencia de los fenómenos climáticos,  las familias tenían que abandonar el campo. Se trabajaba muy bien en el aula, los chicos sabían que la maestra y Ellos formaban un equipo de personas estudiando. “Porque la Educación la hacemos entre todos y entre todos aprendemos”.  Noldys guarda en su corazón todo lo que sus alumnos le permitieron aprender de Ellos.

Además muchas anécdotas vividas,  entre ellas por ejemplo: Un día de mucho viento, en el transcurso de la jornada, la maestra ve mucho humo en el campo que penetraba por las ventanas de la escuela. Silenciosamente sale al patio, y ve muy cerca unas lenguas de fuego enormes que abarcaban ambos lados del camino. Para colmo no tenía teléfono para comunicarse con los bomberos. La única esperanza era la familia Choffi  para dar aviso. Regresa al aula y les dice a los alumnos “guarden rápidamente sus útiles que debemos abandonar la escuela”  Ella se controlaba para no entrar en pánico y resguardar a los niños. Así fue que salieron todos caminando, casi corriendo en dirección, a Bunge. La escuela quedó totalmente abierta, por si llegaban los bomberos. A medida que se alejaban, veían que el fuego estaba llegando al edificio. Fue todo un milagro, porque los bomberos llegaron en el momento preciso.  Lo curioso de toda la odisea, fue que el equipo de rescate buscaba a la maestra y a los alumnos. En ese momento los padres de los niños se sumaron a la búsqueda, y la pregunta era… ¿Dónde estaban? Y así fue que los encontraron a Noldys y a sus alumnos metidos  todos en una zanja, resguardados del tremendo viento y envueltos por el terror del fuego.

La docente siempre tenía frases para sus  alumnos:

¡Vamos chicos  que todo es posible!

¡Vamos chicos, que todo lo pueden!

Por eso Noldys cada vez estaba más convencida “que la felicidad más gran grande es hacer lo que amas de verdad”.

En el año 1994 la vida le presentó a Noldys al amor de su vida; Fabio Fernando Crusat, un compañero incondicional. Ambos caminaron juntos 25 años. Por suerte dos personas totalmente distintas que se complementaron a través del amor, el respeto y la confianza. Fabio fue la persona que contaba en su vida para llevar a cabo su trabajo en la docencia, sintiendo el total apoyo en todo lo que emprendía. Ellos fueron muy felices.  Hoy, desde el lugar que esté seguramente, seguirá iluminando el camino en la continua lucha de esta inmaculada tarea de la educación.

En el año 1998 Noldys arranca  trabajando  en la Escuela Nº 17, en Tercer ciclo de EGB, dado que estudió y se perfeccionó para dar clases en lo que actualmente es Secundaria Básica.  Luego en el año 2000 rinde para la Secretaría de dicha Institución. A partir de ahí, cumple su función de  Secretaria, lo que le permitió  desplegar  su tarea con mucho amor y  compromiso. Además, trabajaba mancomunadamente con el equipo directivo,  docentes y  equipo de orientación en el ejercicio de la tarea administrativa vinculada a lo pedagógico. La Escuela concentraba una población escolar de distintos puntos de la ciudad. Trabajó durante 16 años. Noldys  es una docente muy agradecida a la Institución, porque ahí creció profesionalmente, adquirió muchos conocimientos, atravesó  diferentes sistemas en la Política  Educativa. Aceptó  con gusto,  nuevos paradigmas que planteaban nuevas miradas en la implementación del trabajo pedagógico en el aula y  distintas herramientas para  la tarea administrativa. Eran continuos cambios, nuevas metodologías,  nuevos enfoques que  debían garantizar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para esto, cada docente debía estar capacitado.

El trabajo de Secretaria también le permitió trabajar con alumnos y padres. Su trabajo era muy  gratificante porque cada día le sumaba una experiencia más a su formación como docente.

Noldys guarda en su alma a cada uno del  personal de la emblemática Escuela 17; sus Directores, personas muy profesionales y respetuosas a la hora de actuar ya sea con un alumno, padre o docente. Los docentes,  personas con un corazón inmenso para con sus alumnos. El Equipo de Orientación Educativa, personas con mucho compromiso para resolver situaciones. El personal  auxiliar, (porteros), personas excepcionales, generosos para con todos.

Además, el cariño de los alumnos,  era  la energía pura que alimentaba su corazón.

La docente pensaba… Qué pudo haber ocurrido para lograr tanto brillo y tanta excelencia… mi querida Escuela 17!  Sin duda, cuando ingresamos a su interior encontramos una comunidad educativa trabajando con mucho amor, respeto, solidaridad,  profesionalismo y  compromiso.

¡Noldys ama la Escuela Nº 17!

Con el transcurso del tiempo, Noldys,  estudio para Docente en la Enseñanza para Adolescentes y Adultos.

Desde 1995 Trabajó  en la Escuela de Adultos Nº 701, enseñando  a  jóvenes adolescentes  y a personas  mayores. En el aula se daban clases a 1er, 2do y 3er ciclo. Se trataba de alumnos que habían abandonado sus estudios primarios para salir a trabajar.  Otros que les faltaba un poco para terminar y continuar los estudios secundarios.  Además,  también estaban los alumnos analfabetos. En esta modalidad, la docente vivía un escenario muy particular, porque la educación estaba destinada a personas que eran padres de  familia, con responsabilidad de trabajo y otros. Era una jornada movilizante  ya que la oferta educativa estaba basada en contenidos que les fuesen útiles para la vida práctica con  principios, necesidades e intereses de acuerdo al alumno. Fue maravilloso trabajar con personas con valores, riqueza espiritual  y la humildad como sello, para lograr y hacer realidad aquello que fue postergado en un momento de su vida:  “saber leer y escribir” o “terminar la primaria”.

En el año 2012 es designada en la Escuela Secundaria Nº1 para trabajar con alumnos en el desempeño de tareas para el fortalecimiento en las distintas asignaturas curriculares.

El 1º de marzo del 2014  llegó el momento decisivo de jubilarse. Puso punto final a los tres cargos: directora de la Primaria Nº 39, secretaria de la Primaria Nº 17 y maestra de ciclo en la de Adultos Nº 701.

En  febrero del 2014 se hace cargo  en la Escuela Secundaria Nº 8 como titular en Módulos y en junio de ese año pasa a cubrir el cargo de Secretaria hasta el año 2017.

En febrero del 2017 le ofrecen el Cargo de Secretaria en la Escuela Secundaria Nº 6, donde trabaja actualmente.

La docente dice: “todo esto ocurrió en este lugar, sí, acá, en mi querido General Villegas, el que cautivó mi corazón con el cariño, el amor de muchos amigos, colegas  y  la calidez  de las personas; gente de bien.”

¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!

 

Papá,  vos me pediste que te nombrara una maestra en mi vida…

No dudé…   Noldys!

Mi  voz  es la de esos cientos de guardapolvos blancos que nos cobijamos en su ternura, en su calidez, en su tonada tan particular…

La de un tal Manuel Puig, ex alumno de esta escuela, lamentándose, porque con Noldys, se perdió un best seller.

La de los chiquitos de La Catalina…

La de Fabio.

La de un pelado cascarrabias, sanjuanino como ella. El de “bárbaros, las ideas no se matan”; el padre de la educación en argentina: Domingo Faustino Sarmiento.

¡Gracias Noldys, nunca te olvidaremos!

Manuela y Mario Gómez