«No sé si hubo un pedido muy formal de que me quedara. No se hace un análisis ni un mea culpa de lo que pasa. Fue más una charla con los consejeros y cómo seguirá el Consejo de ahora en más», le dijo Silvia Yglesias ACTUALIDAD a la salida de la reunión con el intendente Eduardo Campana.
«Hemos sido ninguneados. No nos hemos sentido escuchados, sobre todo los que somos de la misma línea política. No hemos tenido las respuestas necesarias. Tuvimos que remarla mucho en cada situación», lamentó.
Se cansó Yglesias. Y lo dijo públicamente: «Siempre traté de lavar los platos sucios en casa, tratando de consensuar, pero la falta de reconocimiento me agotó. Soy de las que nunca me voy a mi casa si hay un problema para solucionar. Lo venía pensando, porque para mí es un fracaso, ya que renunciar no era parte de mis planes. Pero esto me afecta físicamente y mentalmente».
Consultada sobre quién era el destinatario de sus críticas no anduvo con vueltas. «Me refiero al intendente. Le estoy muy agradecida a Mones Ruiz, a Grosso, a Sandra Heredia, a los concejales…», enumeró, sin dejar afuera a nadie.
Está claro que ha sido Campana el motivo de su adiós. «Acá hay una cuestión de conducción», lo azotó una vez más.
«Yo soy lo que soy. No puedo dibujarla más, porque esto va contra mi ética y mi integridad. Soy fiel a lo que pienso. He dado muchas oportunidades, he hablado mucho, pero hasta acá llegué», concluyó.
Por de pronto, para que el Consejo Escolar no quede sin firma, seguirá al frente hasta el 17 de julio. Pero en realidad, ya se fue.