«Dios aprieta, pero no ahorca», «Cuando una puerta se cierra, se abre una ventana». Son refranes muy trillados, pero que perfectamente se aplican a la vida de Félix Cirigliano. ¿Por qué? Porque la pandemia golpeó con dureza al propietario del tradicional y céntrico hotel Rucalén. El rubro hotelero fue, quizás, uno de los más castigados por la cuarentena.
La situación económica lo estaba acorralando hasta que surgió la posibilidad de un emprendimiento de la mano del propietario de la empresa rosarina «Mega Cartón SRL», un amigo suyo y ahora socio.
Luego de mucho pensarlo, Félix aceptó el desafío de emprender una actividad completamente diferente a la hotelería: desde hace unas semanas se dedica a comprar y revender a fábrica cartón, papel blanco, revistas y nylon stretch (el que se usa para envolver pallets).
En un galpón de la calle Castelli al 1512 instaló la balanza para pesar el cartón y la prensa para reducirlo de tamaño y hacer packs que luego son transportados. Además, compró un Ford Galaxy que modificó para que quede como una camioneta y con ese móvil recorre las calles de la ciudad y de los pueblos buscando, recogiendo y comprando cartón.
Lo cierto es que el emprendimiento es un éxito. Cada 15 días carga un camión con 20 o 25 mil kilos de cartón (cada pack tiene un peso que oscila entre 340 y 400 kilos) que van directamente a fábrica. «¿Hace cuánto no ves un cartón por las calles?», le pregunta Félix a este cronista. Es cierto, las calles están limpias y en gran parte se debe a su labor.
Además, el emprendimiento generó fuentes de trabajo (hay tres personas que trabajan allí) y activó un circuito de «cirujeo» (personas que se dedican a la búsqueda y venta de cartón o papel). Félix compra el cartón, lo clasifica, lo procesa y lo revende.
Todo aquel que esté interesado en vender cartón, papel o nylon deberá comunicarse con Félix Cirigliano al 3388-457414 o dirigirse a Castelli 1512, de 8 a 12 y de 15 a 19 horas.
