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jueves, septiembre 11, 2025
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«La prevención es la mejor herramienta para vivir bien, sanos»

Karina Gianolio es docente. El año pasado le diagnosticaron carcinoma de mama. «Fue inesperado. Fue un hachazo en el medio del pecho», le dijo a ACTUALIDAD en el mes que recuerda la lucha contra la enfermedad. Pensó en sus hijos, en su familia, en sus padres, en el proceso desconocido que tendría que atravesar como mujer. Hoy recalca la importancia del control para prevenir. Y asegura que del cáncer, tomado a tiempo, «se puede salir»

 

«Hablar de este tema no es lo que más nos gusta, pero prefiero hacerlo si sirve para prevenir, para que a otra persona no le pase lo que me pasó a mí», comenzó su relato Karina.

Y continuó: «En mi caso, fui a una consulta médica en enero del año pasado para hacerme los controles y todo iba como corresponde, la mamografía salió fantástica y cuando fui a hacerme la ecografía mamaria encontraron irregularidades. Entonces hicimos interconsultas, teniendo en cuenta que además no tengo antecedentes familiares, no habíamos notado nada en otros controles ni tampoco en el de tacto, por lo que realmente nos encontramos con una sorpresa».

«Bien guiada, fui a la clínica de la mama en La Plata, para hacerme todos los estudios; y nos encontramos con un diagnóstico de carcinoma de mama, que realmente fue inesperado, fue un hachazo en el medio del pecho. En primer lugar, porque cuando te dan el diagnóstico la palabra carcinoma es fuertísima, nadie la quiere escuchar, por todo el preconcepto que tenemos», siguió.

«Escuchás la palabra y en el segundo posterior lo primero que se te cruza en la mente son tus hijos, que no tienen por qué vivir esta situación; y como jóvenes adultas que somos también tenemos en la mochila a nuestros padres, que son adultos y tampoco tienen que pasar por este momento con nosotros. En primer lugar no pensás en vos. Después sí, te preguntás qué me va a pasar y cómo vamos a llevarlo adelante», contó Karina.

En el mes de mayo de 2019 se operó. «La mastectomía fue total, me sacaron toda la mama derecha. Al diagnóstico le siguió toda la etapa física de la cirugía y después de eso toda la etapa emocional, que es muy fuerte, porque mientras tenés el vendaje es una cosa y al sacarlo te encontrás con un cuerpo que no es el tuyo, no es la imagen que vos tenías, es difícil encontrarse frente a un espejo como mujer, más allá de que como mujeres somos más que una ‘teta’. Vamos a decir las cosas somo son», continuó su relato.

Karina agradeció el acompañamiento de los médicos y de la familia, además de los amigos. «Realmente este tránsito no se hace sola. Tenés que estar acompañada. Mi esposo es fundamental, porque también como mujeres aparecen un montón de barreras nuevas, cuestiones que afectan la vida familiar y la sentimental también», dijo.

Actualidad: Tu relato es un ejemplo de la importancia del control para actuar a tiempo, teniendo en cuenta que además no había antecedentes familiares.

Karina: No había antecedentes de nada en la familia. Realmente soy una persona muy estructurada y gracias a eso todos los meses de enero me hago el control médico. En 2018 salió todo fantástico y en 2019 nos encontramos con esto, que realmente provocó un giro muy grande en mi vida. Permanentemente lo comento y lo socializo para tomar en cuenta a la prevención. Y también la importancia, si lo prescribe el médico por supuesto, de incorporar la ecografía a la mamografía, porque ésta me salió bien y la enfermedad se detectó en la ecografía de mamas. Los nódulos estaban muy escondidos, más cerca del hueso; realmente al tacto no se encontraban. Al ‘agarrarlo’ a tiempo también hizo que este diagnóstico, que fue tan duro, no tuviera que hacer quimio ni radioterapia. Sigo con un tratamiento, con una medicación oral durante cinco años y con controles.

Actualidad: Nunca tuviste ningún síntoma.

Karina: No, por eso fui al control como si nada, como una rutina nada más. No iba pensando en nada. Me encontré con algo y doy gracias haberlo hecho a tiempo, porque eso me permite estar bien, más allá de que el cuerpo se ha modificado y que hay una parte que no está, estoy bien, estoy sana, esperando una cirugía reconstructiva. La prevención es la mejor herramienta para vivir bien, sanos.

Actualidad: Mencionaste que tu vida dio un giro. Lo hace en muchos aspectos, pero además te hace un click en la cabeza, ¿cómo fue eso?

Karina: Totalmente. De repente lo que estaba invisible se visibiliza. Es decir, eso que era parte de la rutina, de lo cotidiano, le das la importancia que se merece. Lo simple, lo sencillo. Tomar mate en la cama un domingo, salir a caminar con la familia, comer el asado juntos, salir con las amigas a cenar, a charlar, tomar un mate, ir a trabajar y hacerlo juntos en un equipo. Eso que a lo mejor era parte de todo, que era natural, cuando te pasan estas cosas las desnaturalizas y se convierten realmente en trofeos. A mí el cáncer me dejó mucha enseñanza de vida y también muchos amigos. La familia está, la pareja está y los amigos aparecen para darte una mano, para sostener, para sostener a tus hijos, a tus viejos. Cuando rezan con vos y por vos. Todas esas cosas te deja también. Te deja mucho por aprender y permanentemente agradecés a la vida el despertarte.

Actualidad: ¿Cambiaste tus hábitos también por otros más saludables?

Karina: Sí. Igualmente mi vida había tenido un giro unos meses antes. Yo me hice una cirugía bariátrica por salud, porque estaba con un sobrepeso muy grande que estaba afectando mis rodillas y mi columna. Entonces ya había empezado con un cambio en cuanto a la alimentación. Y el cáncer también hizo que uno vaya más a lo natural. Pasaron muchas cosas en la familia. Mi hija Alfonsina se hizo vegetariana, que pensamos que era algo propio de la edad, de meses, y se convirtió realmente en un estilo de vida. Buscamos una alimentación saludable, tratamos de comer un poco mejor, más orgánico, tenemos nuestra propia huerta -aunque pequeña-, ejercitamos en familia, voy al gimnasio. Más allá de que tenemos una vida súper acelerada, es muy importante dejarnos una vida para nosotros.

También es importante decir que el cáncer de mama no es sólo de mujeres porque, aunque en menor porcentaje, se da en hombres. Hay que aprender a controlarse, mirarse, tomarnos el tiempo y no dejar para mañana lo que es prevención. Estamos a mil, con muchas cosas para hacer, con una agenda de horarios inclusive en pandemia, pero no dejemos para mañana el control. Hagámoslo por prevención. Si ‘agarramos’ las cosas a tiempo es más fácil. ¿El diagnóstico duele? Por supuesto que sí. ¿Te vas a hacer amigo del cáncer? No, ni en chiste, pero está ahí, llegó. Lo miramos, lo sentimos, lo controlamos. No lo dejemos avanzar. ¿Hay lágrimas? Por supuesto que sí, que hay momentos que uno decae. Pero se puede llevar adelante. Del cáncer se sale.