«Todos los veranos nado mucho. Me fascina nadar. Soy una loca de la natación. Pero también me gusta correr, me gusta andar en kayak… ¡Me gustan todos los deportes!», le dijo Valeria Pennacino a Actualidad.
La gente de OVACIÓN creó una nueva columna radiofónica llamada «Mujeres deportistas». El objetivo de este espacio es darles la palabra no solamente a las mujeres que son deportistas de elite y que compiten para ganar -que las hay y muchas en General Villegas-, sino a aquellas que hacen del deporte, de la actividad física y del cuidado corporal una forma de vida.
La Lic. en Nutrición, Valeria Pennacino, es una de estas mujeres.
Proveniente de una familia de deportistas, Valeria es amante de la actividad física. Practicó tenis, hockey, natación, kayak, gimnasia, voley, atletismo, fútbol y básquet (la única disciplina que no le gusta).
«Los tres hermanos hicimos de todo. Mi mamá jugó mucho al tenis, mi papá a la paleta y también al fútbol en Sportivo. Mi hermana María José fue algo increíble en tenis. De hecho al día de hoy le tengo que pedir que le pegue más despacio porque no puedo pelotear con ella. Jugó los nacionales y venían a hablar con mis padres para llevársela. Jugábamos en La Lucila con Leti Galarza. Los tres íbamos a tenis, pero mis hermanos siempre se destacaron más. Juan Pedro sigue jugando al día de hoy. De chicos vivíamos en el CEF, haciendo deporte. Mucha natación, gimnasia, voley. Hemos hecho todos los deportes», comenta Valeria.
También jugó al hockey en La Lucila. Arrancó con la llegada de Oscar Álvarez, se fue a estudiar y, al regresar, retomó la actividad. «Un año hicieron el seleccionado de La Lucila y yo participé», agrega.
Muchos años después comenzó con otras de sus pasiones: las carreras de aventura. «Mi primera experiencia fue en 2007, en el Cruce de Los Andes. Fueron tres días en la montaña. Ahora te dan la carpa y hasta cerveza, pero antes era más supervivencia. Es una experiencia bárbara. Tenés que llevar tu comida, tu bolsa de dormir, tu mochila. Me fascina el paisaje. Mirás y decís: ‘¡No puedo creer que esté acá arriba!’. Subís 4.000 metros en un día. Son carreras de 110/160 kilómetros, así que es imposible correrla y es mucho lo que caminas. Esta experiencia de montaña te exige tener muy buena preparación física. Hemos llegado a caminar hasta por 11 horas», relata Valeria.
También participó en un pentatlón que se hizo en General Villegas y se animó a subir a la moto. «La pasé muy bien. La primera vez que me había subido a una moto había sido el día anterior. Salí y me choqué tranqueras y postes. Había andado muy bien nadando, en kayak y en bicicleta, pero en moto casi salgo última. Fue una experiencia hermosa porque hice todas las disciplinas», recordó divertida.
Nutrición y deporte
«Me gusta mucho la Nutrición Deportiva. Hice muchos cursos y talleres. Igualmente vas aprendiendo mucho con la práctica, que es muy distinta a la teoría. A mi me ayuda haber participado de carreras y haber probado un montón de cosas, como los geles y las pastillas de glucosa. De esta forma puedo dar un consejo extra», reconoce.
«Muchas veces la gente toma información de las redes que no es cierta. Hacen cosas que no corresponde. Todavía existe eso de creer en imágenes o mensajes de gente que no está preparada y que te pueden generar una complicación en tu alimentación o en tu entrenamiento», añade Pennacino.
Actualmente acompaña a muchos boxeadores, corredores y chicos que hacen musculación en el proceso de pérdida de grasa e incremento de la masa muscular. «Uno aporta un granito de arena. Cuando ves que gracias a eso el deportista marca una diferencia es algo muy lindo», dijo.
