El director del Hospital sostuvo que en General Villegas «somos muy estrictos. Nos manejamos bajo protocolos de actuación médica y del Ministerio de Salud de Nación y de Provincia».
Ante la repercusión que viene teniendo en diferentes medios nacionales y regionales el uso de la Ivermectina para combatir al coronavirus, ACTUALIDAD dialogó al respecto con el director del Hospital municipal, Raúl Sala.
«En realidad se maneja una línea de cuatro o cinco fármacos con principios activos, que se dice que pueden actuar contra la infección de COVID, en algunos casos previniendo y en otros haciendo un tratamiento», comenzó diciendo Sala.
Y al mismo tiempo aclaró que «lo cierto es que no hay absolutamente nada certificado, nada científicamente comprobado. Entonces, si sos un profesional de la salud que pasaste por estudios universitarios y te manejás con el método científico que todos nos manejamos -en lo que sería la medicina alopática (no homeopática)-, hay que ser muy cauto al momento de recetar ivermectina, ibuprofeno inhalatorio, cloroquina, hidroxicloroquina o azitromicina, porque hay estudios que no han prosperado que nos dijeron que eran altamente efectivos».
Para ser más claro aún, sostuvo que «son altamente efectivos pero tienen sus efectos adversos y sus riesgos colaterales. Entonces, si no tenés un protocolo de acción ante el tratamiento del COVID, que no te avala profesionalmente ante un potencial juicio por impericia, imprudencia, negligencia o mala praxis, yo diría que tendrían que mantenerse dentro del contexto general de lo que es la ciencia médica».
«Nosotros, por ejemplo, hemos tenido pacientes graves en asistencia respiratoria mecánica, que recibieron plasma hiperinmune; y no utilizamos ningún otro tipo de drogas, ni esas drogas alternativas que se están utilizando en forma ambulatoria; y hemos tenido un excelente resultado solamente con asistencia respiratoria mecánica, corrección de desequilibrios hidroelectrolíticos, oxigenoterapia y que pase la enfermedad. Es lo único que sabemos porque es una enfermedad nueva, después cada uno será responsable de lo que receta, sin tener la seguridad de que puede curar, enlentecer o mejorar la sintomatología de un paciente que tiene COVID», dijo el director del Hospital.
Explicó que «la Ivermectina es un antiparasitario, es el famoso Ivomec modificado que reciben los animales, a los que se les coloca de manera intramuscular o subcutánea. Hay una versión de ivermectina que está adaptada para ectoparásito en el humano. El medicamento se toma no más de dos comprimidos, con diferencia de 7 a 15 días, pero tiene alta probabilidad de producir hepatopatías. O sea, si uno lo toma y se hace un hepatograma, seguramente van a aparecer alteradas las enzimas de inflamación o destrucción hepática. Entonces, todo tiene sus riesgos».
Sala sugirió que «ante el ‘tomátelo por las dudas’, hay que ser cautos y mantenerse dentro de los protocolos que te van a avalar el día de mañana, cuando tengas que sentarte en un estrado a explicar por qué lo diste sin tener la seguridad de que curaba».
«Nosotros somos muy estrictos. Nos manejamos bajo protocolos de actuación médica y del Ministerio de Salud de Nación y de Provincia y, hasta la fecha, no he recibido un informe creíble que nos de la confianza como para utilizarlo. Lo que digo es: quien pueda abstenerse de medicación que no es confiable, que no la tome por las dudas», concluyó.