La profesional de la salud hizo público su malestar a través de las redes sociales, al ver todo lo ocurrido en Capital Federal durante el velorio de Diego Maradona. Si bien aclaró que su intención no era criticar al gobierno, sostuvo que «la responsabilidad que se tiene estando en ese lugar, no se puede poner en juego porque se haya muerto una figura pública. Lo que está mal, está mal. Si durante nueve meses decís una cosa, no podés un día hacer todo lo contrario, ¿Cómo volvés a pedirle a la gente que haga las cosas bien? ¿Cómo lo lográs?», se preguntó.
La médica pediatra María Carolina Rada habló con ACTUALIDAD en el después de todo lo ocurrido durante el velorio de Diego Maradona, reflejado por los medios capitalinos.
La profesional hizo un duro descargo al respecto a través de las redes sociales; manifestando inclusive que «nos merecemos que nos caigan las 7 plagas».
«Creo que era inevitable que pase parte de lo que pasó, pero pienso que tendríamos que haber buscado la manera de haberlo manejado diferente, para que no se sienta como una falta de respeto y de cuidado», sostuvo.
«Maradona es Maradona, eso no lo va a cambiar nadie. Pero nosotros dependemos de las decisiones atinadas del gobierno. Hace 9 meses que estamos pidiendo que se mantenga el distanciamiento social, que usen barbijos, que no salgan de sus casas. Mucha gente lo acató, se quedaron sin trabajo, buscaron alternativas y muchos la están pasando mal todavía», agregó.
«Entonces yo digo -continuó- es ilógico estar defendiendo esto y un día permitir un velorio con millones de personas. Es tan sencillo como eso. Cuando ví todo lo que había pasado no lo podía creer. No pude evitar escribir en Facebook. Ha muerto tanta gente del sistema sanitario por COVID, que no puedo creer que pase esto».
¿Esto generó un quiebre en la sociedad?
Es que esta era una decisión que necesitábamos que fuera lo más correcta posible. Seguramente se iba a desbordar igual, pero planteada de otra manera. Qué mejor que el velorio hubiera sido en un estadio de fútbol, que intentaran armar todo el programa de seguridad, aunque es probable que les saliera mal. Esto que pasó no puede pasar. Hace 9 que todas las personas que trabajan en salud (médicos, enfermeros, administrativos) van a trabajar con miedo. Hay que tratar de ser empáticos. No empatizaron con ninguno, ni del sistema sanitario ni con toda aquella persona que durante estos meses perdió a un ser querido. Muchas personas murieron y no tuvieron opción. Después de casi 40.000 personas muertas, ¿pueden permitir esto?. Yo no hablo en contra de nadie, no quiero hacer una grieta. Yo confío en mis gobernantes y esperaba una decisión diferente. Lo que pasó es una falta total de respeto a todo el equipo sanitario que viene sosteniendo esto hace nueve meses; y a todas aquellas personas que de alguna manera han perdido todo, o han perdido algún familiar y no pudieron despedirlo. Son situaciones dolorosísimas que atraviesan la vida de las personas, y que se han manejado de manera pésima. Lo que está mal, está mal, lo haga quien lo haga. Y esto estuvo mal.
¿Qué opinión tenés respecto a los que no creen en lo que está pasando?
Siempre va a haber una parte de la población que va a dudar; y no está mal. De hecho ayuda a esta situación que haya tantas cosas inciertas en torno al coronavirus. Los números no dejan dudas de que esto es real y además le pasó al mundo, por si alguien no se enteró. Y gracias a Dios le pasó al otro lado del mundo primero, para darnos un poquito más de tiempo y agarrarnos más preparados. Yo soy una persona como cualquier otra y tengo mis emociones; y las que esto me genera son totalmente negativas, porque estamos haciendo un esfuerzo sobre humano y hay gente que ligeramente te plantea que no se va a vacunar. O dice: yo no me voy a cuidar, o me voy a reunir porque… Uno contempla que esto puede pasar. Ahí está la perseverancia de hablar con el paciente, tratar de darle una palabra de aliento, mandarlo a leer artículos avalados científicamente y no cualquier cosa. Si uno da un doble discurso, ahí está lo imperdonable. La responsabilidad que se tiene estando en ese lugar, no se puede poner en juego porque se haya muerto una figura pública. Lo que está mal, está mal. Si durante nueve meses decís una cosa, no podés un día hacer todo lo contrario, permitiendo que estén en un velorio multitudinario o entre gente del exterior. Pobre Diego, se murió en el peor momento. Lo lamento muchísimo, porque no conozco a nadie que no tenga ningún sentimiento por Diego Maradona, pero está mal hacer lo que se hizo, porque además esto tiene sus consecuencias. ¿Cómo volvés a pedirle a la gente que haga las cosas bien? ¿Cómo lo lográs?.
Están pasando muchas cosas alrededor del COVID, y a la gente le empiezan a hacer ruido algunas contradicciones…
Es que las cosas hacen ruido cuando las reglas no sin claras. Cuando son diferentes para un jugador que para otro, pasan estas cosas. Por eso en un momento de indignación escribí en Face lo que, en realidad, le pasa a un montón de gente.
Una opinión fuerte donde incluso decís: «Después de esto, nos merecemos que nos caigan las 7 plagas».
Es una gran angustia la que sentimos los que estamos en este lugar. Yo, como tantos otros, hace 9 meses que no puedo reunirme con mis amigas. Probablemente nadie se cuida como nos cuidamos los que trabajamos en salud, porque nos encargamos de tener todo el equipo de protección para cuidarnos nosotros y cuidar a los pacientes que entran cada 15 minutos. Pero más allá de eso, no queremos abrir el abanico de posibilidades al reunirnos con gente. Si a uno lo tienen que hisopar por síntomas, tenés que pensar qué hiciste 48 horas para atrás; y tenés que intentar de que no sea un desastre. Entonces, esa parte es responsabilidad de cada persona, no la decide el gobierno. Desde el principio hablamos de la responsabilidad individual. En el velorio de Diego había niños pequeños, que ni siquiera lo conocieron. ¿Qué hacían ahí?. La gente también a veces se porta mal.
La gente está cansada y estamos en una época del año para disfrutar. Ojalá que no tengamos que retroceder en esta situación de emergencia sanitaria.
Ojalá que no. Esa es siempre la posibilidad latente. Pero los comerciantes la han pasado muy mal, al igual que aquellos que trabajan en eventos y aún no pueden volver. Fueron medidas del mismo gobierno que decidió lo que todos vimos. No me gustaría volver para atrás. No te imaginás como uno ve la gente sufrir en el consultorio, es tremendo. Y muchas veces la consulta es una consecuencia de lo que están sufriendo por esta pandemia. Este año ví, por ejemplo, más obesidad infantil que en diez de pediatría, niños con ataques de ansiedad, cuasi adolescentes que lloran y no encuentran el motivo. Ni te cuento las personas adultas, porque lo hablamos con mi marido, que también es médico. Entonces, reitero que lo que se hizo es incoherente.
Hablaste de la vacuna en algún momento. ¿Estás a favor?
Creo en las instituciones y en Argentina todo está legislado. La Anmat regula todo lo que tiene que ver con medicamentos, drogas, cualquier tipo de insumo médico o máquinas de diagnóstico, todo esto está regulado por un ente que no habilita cualquier cosa. Hasta ahora, el tema de la vacuna ha sido muy controvertido como todo lo de coronavirus, porque tenemos información que nos viene del exterior. Pero en salud no estamos acostumbrados a manejarnos así. Nosotros no lo podemos llevar adelante hasta que no nos avala una institución científica. Hacer la vacuna lleva su tiempo. Quizás nosotros no lleguemos en el tiempo que queremos, pero tampoco pienso que lo aceleren tanto como para poner en riesgo una Nación entera. Creo que no van a ser tan irresponsables.
Y en el medio de todo esto, los nacimientos continúan. ¿Cómo es recibir niños en pandemia?
Sigue siendo lo más maravilloso del mundo. A veces te da lástima que en una situación como ésta la mamá no pueda estar acompañada del papá, depende del protocolo de cada institución de salud, pero uno intenta minimizar el riesgo de circulación, sobre todo en áreas críticas, en lugares de salud. Entonces uno cambia espacios de asistencia, cerrar puertas y manejar toda la gente por una misma entrada así podemos tomarles la temperatura a todos. En el Hospital se ha cambiado redistribuyendo la gente y los servicios, de modo que se crucen lo menos posible. No es lo mismo recibir un niño en pandemia desde ese punto. Tampoco se pueden recibir visitas, para evitar la circulación y el contacto.