La secretaria general de UDOCBA General Villegas, Griselda Galli, habló con ACTUALIDAD sobre el regreso a las escuelas a partir del 1° de marzo de 2021.
En este aspecto, «pasa lo que nos pasa con todo, que hoy podemos decir una cosa y si mañana cambia la situación, lamentablemente decimos otra. Entonces parece incoherente lo que se habla», dijo.
Y agregó que «el regreso a clases es seguro, ya nadie discute eso. El tema es cómo se organiza esto y eso es lo que los gremios le piden a la Subsecretaría de Educación, porque ya el año pasado, a fines de diciembre, se terminó de dar forma a la Resolución N° 63 de la vuelta segura a clases, que obviamente no va a ser igual que antes, como nada lo es».
Galli sostuvo que hay un protocolo jurisdiccional, «acordado entre los gremios. Nosotros vamos a empezar las clases de acuerdo a la realidad de cada escuela. Va a ser un poco caótico volver a clases y será totalmente distinto de acuerdo a cómo cada localidad esté respecto al Covid».
Alumnos con un set con su barbijo, aulas ventiladas, limpieza cada media hora con los chicos afuera y docentes con máscaras de acetato, serán parte del escenario para brindarles seguridad a los maestros y a los estudiantes.
«En caso de que un alumno se declare positivo a coronavirus, hay todo un dispositivo a seguir. Quienes compartieron el aula con él tendrán que aislarse y por lo tanto las clases se suspenden; y habrá que aguardar el resultado de los hisopados del resto de los chicos para poder volver. Va a ser difícil, pero todo está muy bien planificado en los papeles», expresó la secretaria de UDOCBA.
Aclaró que en un establecimiento educativo rural «van a tener presencialidad completa, pero en otros va a ser semipresencial. Es decir, un grupo va a ir un día, otro grupo irá otro; y para cuando no concurran a la escuela se les darán actividades para hacer de manera virtual, como se hizo durante 2020».
Actualidad: Un poco de presencialidad, otro poco de virtualidad. Y ahora desde Provincia se habla de la habilitación de clubes u otras instituciones, para el caso donde las escuelas no cuenten con la infraestructura necesaria para este sistema.
Galli: Eso está estipulado en la Resolución. Clubes, centros de educación física, espacios grandes adonde pueda haber chicos, la idea es que puedan tener clases, porque además ya no se puede sostener más la psiquis de niños y adolescentes que estuvieron un año sin sociabilizar. Ha sido tremendo. No sólo en Villegas, sino en el mundo, a pesar de todo lo que han hecho los docentes. No es lo mismo que el encuentro con sus compañeros en un aula. Salir a un recreo va a ser otro tema. Hay que organizar juegos que no sean de contacto, hacer que los chicos mantengan distancia, va a ser complicado. La habilitación de otros espacios se hará a través de Jefatura distrital, junto con todas las organizaciones que tenemos en el distrito y con las autoridades sanitarias, porque no olvidemos que quienes van a tomar la decisión de si se puede o no tener clases presenciales, van a ser las autoridades sanitarias. Si estamos como hasta ahora vamos a comenzar, ojalá que el pico baje y que todos se cuiden.
A: Hay mucho por hacer desde lo organizativo para volver a la presencialidad; y falta muy poco para el 1° de marzo.
G: No falta nada. El docente que tiene más de 10 años de antigüedad comienza a trabajar el 10 de febrero; y aquellos que tienen menos antigüedad pueden ser convocados para el 1° de febrero. Entonces, se pueden empezar a organizar algunas cosas, pero desde el Frente de Unidad Docente Bonaerense se le planteó a la Subsecretaría de Educación que asegurara que todas las escuelas tengan todos los elementos de limpieza. Es mucho dinero el que se necesita. Todas las escuelas están desfinanciadas, han estado un año sin cooperadora, entonces hay que sentarse a hablar. Tiene que haber mucho material de higiene disponible, porque no se puede meter a los chicos en un lugar inseguro y que después terminen propagando el virus por todos lados.
A: La virtualidad trajo el año pasado mucho aprendizaje y adaptación para todos. Ahora se viene un doble desafío, entre lo presencial y lo virtual.
G: Va a ser un trabajo más para el maestro, pero por ahora son las condiciones que hay. Las cosas están dadas así. Lo que necesitamos es la certeza de que se les va a proveer a la escuelas de todos los insumos que se necesitan, porque sino no se van a poder abrir.
A: El docente quiere volver a la escuela…
G: Sí, porque el trabajo es insalubre. Nadie que no haya estado al lado de un docente puede dimensionarlo. Creo que a nadie le quedó sano el teléfono. Era estar permanentemente atendiendo a la demanda, desorganizada además, porque a lo mejor la familia tenía un único teléfono para cuatro hijos, entonces los profesores estaban contestando mensajes a las diez de la noche. Otros chicos no tenían datos y no podían hacer una tarea o evaluación hasta no cargar saldo, otros no podían descargar un documento… Cuando uno está en la presencialidad lo explica varias veces, pero si no puede abrir un documento en un celular porque el aparato no lo permite, mientras otros sí pueden, es difícil. En el caso de las escuelas con alumnos de menos recursos, los docentes recorrían las casas para ayudar a los chicos de alguna manera. Se hizo todo lo humanamente posible para que nadie perdiera nada, pero hay realidades que hicieron que el chico se desvinculara de la escuela, así que hay que re vincularlo.
A: Se aproxima una ardua tarea y tanto docentes, como alumnos y familias, tendrán que ser pacientes.
G: La familia está ansiosa y quiere que los chicos vayan a la escuela. Pero no es mala voluntad. Es una política de cuidado. Lo importante es que estén. Hasta ahora, todo dice que las escuelas van a estar abiertas.
A: ¿Qué opinión tenés respecto a declaraciones de dirigentes de Juntos por el Cambio, que quieren que la educación sea declarada servicio esencial?
G: Yo coincido con eso. Siempre fue un servicio esencial, aunque en realidad no está declarado. Lo que sí me molesta es que se politice esto, se olvidan que esta situación está causando estragos en una generación de niños de 3 a 18 años, y universitarios también, que fueron ‘metidos’ en un mundo de incertidumbre. Que abran las escuelas y que cada uno a su manera, como en sus casas, haga las cosas responsablemente, muy a conciencia y bien. Que dejen de decir cosas porque no suman, lo único que hacen es generar caos y volver locos a los padres, que tienen la gran necesidad de que sus hijos vuelvan a la escuela. Me molesta lo que hacen los políticos, porque pensás en los alumnos. Que se dejen de ‘pavear’ y que se pongan a gestionar realmente, porque con la gestión de ellos es como vamos a poder empezar. Esperemos que esta vez sean políticamente responsables.
