«Pasar de 20 casos a 120 es una barbaridad. Y fue en menos de una semana», se alarmó el intendente Eduardo Campana en los micrófonos de FM Actualidad. La situación sanitaria del distrito de General Villegas es preocupante: la cantidad de infectados de COVID se multiplica día a día y lo peor de todo es que aún se desconoce el impacto y el daño que provocará la Semana Santa en los números finales. La cantidad de gente que viajó o participó de eventos sociales y de la movida nocturna de este fin de semana largo fue importante.
«Cuando vienen estas olas no escapamos de lo que sucede en Buenos Aires y en las grandes ciudades. Inclusive en las comunas de alrededor: Trenque Lauquen, Pehuajó, Lincoln y Junín. Por eso tenemos que apelar a cuidarnos, a la responsabilidad individual, al distanciamiento social, al uso de barbijo y a ser cuidadosos con las reuniones. Tenemos más de 120 casos activos y estamos esperando el resultado de alrededor de 30 o 40 hisopados. Además, tenemos más de 300 personas aisladas», señaló el jefe comunal.
Y agregó: «Esta enfermedad es muy transmisible, muy contagiosa, el problema es que desborda el sistema de salud, los médicos han estado hisopando hasta altas horas de la noche y atendiendo como pueden. Se da en niños también. Los pediatras han tenido muchas consultas por los niños. Hay jóvenes que están afectados y han debido ser internados. Algunas de las formas revisten mucha gravedad. Tenemos que convivir durante este año con la pandemia. Recién está llegando otra partida de vacunas. Estaremos recibiendo alrededor de 900 vacunas. Hasta que no estemos vacunados esto va a continuar».
El intendente adelantó que es muy factible que haya restricciones en algunas actividades: «Tenemos que ser muy cuidadosos con las reuniones sociales y familiares, respetuosos de los protocolos para continuar con las actividades. Algunas van a tener restricciones seguro. Tuvimos una reunión con el gobernador el sábado. Todavía estamos en fase 4, pero se prevé alguna modificación de fases. No hemos sido notificados. En el mientras tanto tendremos que trabajar localmente. Tenemos una reunión con el Comité de Crisis (será este martes). Lo fundamental es que nos cuidemos nosotros, ser responsables, la higiene de las manos, el lavado, el alcohol en gel, el tapabocas y el distanciamiento social. Así vamos a disminuir el número de casos».
Además, señaló que evalúan la posibilidad de clausurar comercios que incumplan los protocolos: «El problema es el respeto de los protocolos. Se pueden hacer reuniones, pero hay que respetar protocolos. Cuando va más gente de la que tiene que ir, ahí es cuando está el problema. Los eventos y shows no van a estar permitidos, eso seguro. Los bares tendrán que volver a tener 4 o 5 personas y con el distanciamiento que corresponde. Se ve que las sanciones y las multas no fueron suficientes. Entonces tendrá que haber las clausuras que correspondan y hacer las causas que correspondan», afirmó.
Y añadió: «Los inspectores municipales salen con su decibelímetro, toman controles, ven la cantidad de gente, pero se van los inspectores y vuelve todo a desmadrarse. No podés tener una presencia permanente. Tenemos que cuidar a nuestros adultos mayores y a nuestro sistema de salud. Los médicos están agotados, hace un año y pico que están trabajando sin parar. Y cuando viene un aluvión así se ven desbordados. Tenemos que apelar a la responsabilidad individual y social. Es un llamado a la comunidad de todo el partido: tenemos que ser responsables».
Este marte se reunirá nuevamente el Comité de Crisis. Las autoridades municipales están a la espera de lo que determinen el gobierno nacional y provincial. «No podemos tomar medidas si no vamos en la misma línea», concluyó Campana.